La frecuencia de los choques con saldo de muertos y heridos por culpa del celular, activó las alarmas en Caracas, razón por la que las autoridades de los municipios Baruta, Chacao y Sucre han dispuesto mecanismos de fiscalización para evitar el uso del celular al conducir, exceptuando de ello a quienes utilicen los equipos llamados “manos libres”.

Para quienes no acaten la norma habrá sanciones, pero se ha previsto comenzar a aplicarlas tras dos semanas de campaña informativa bajo el principio aquel de que “guerra avisada no mata soldado”. En Sucre y Chacao los infractores serán penalizados con 10 unidades tributarias (650 bolívares), en tanto que en Baruta serán 7 las unidades tributarias (455 bolívares).

CONDUCTORES ESTÁN CLAROS

Aquí en Maracay -copiando el estilo de los maromeros de los semáforos- apelamos a la brevedad del rojo para hacer un sondeo sobre lo que piensan los conductores de esta ciudad sobre el binomio celular-volante, coincidiendo la mayoría en que no se debe manejar y hablar por teléfono al mismo tiempo, ya que ponemos en riesgo nuestras vidas y las de los demás.

Raúl Valencia, un taxista que aunque no anda muy adelantado en el almanaque, parece aplicar la máxima aquella de “viejo que se respete no usa celular ni correo electrónico”: “Yo no tengo celular, y aunque tengo conciencia de lo útil que es, veo con preocupación que la gente desatiende el volante para atender el teléfono, eso es demasiado peligroso”.

Por su parte, Leandro Figueroa dice de entrada que: “Eso no debe ser, y estoy de acuerdo en que en todo el país las autoridades deberían establecer los controles necesarios para corregir esta mala costumbre”. De manera similar piensa Manuel Pérez, quien traslada el asunto al tema bíblico y recuerda a Mateo 6:24: “Nadie puede servir a dos señores a la vez”.

Alberto Sosa considera también que manejar y atender el teléfono celular al mismo tiempo es un riesgo que no debemos correr, mientras que José García señala que: “Es una conducta sumamente irresponsable, y lamentablemente se ha generalizado. Lo correcto sería no utilizar el teléfono cuando se maneja, y en caso de una urgencia, lo recomendable es detenerse en un sitio donde no se perturbe la circulación.

Edwin Acacio está consciente de que aunque muchos no se dan cuenta del riesgo que corren – y el que hacen correr también a quienes marchan por la misma vía- manejar y hablar por celular es algo incompatible y sumamente peligroso. Acacio es otro de los que piensa que las autoridades del Tránsito deberían actuar con firmeza y prontitud para corregir esta anormalidad. (NH)