Ciudad de México (20 mayo 2010).- Cuando el agave perdió valor por la sobreoferta del cultivo y se generó una fuerte crisis, productores de Cuquio, Jalisco decidieron dar un giro al producir jarabe y fibras orgánicas que hoy les generan ingresos anuales por 19.2 millones de dólares.

"Antes nos dedicábamos al maíz, pero las empresas tequileras se acercaron para que sembráramos agave, así que hicimos contratos para que nuestras mil 300 hectáreas se convirtieran; nos iban a pagar a 15 pesos el kilo, pero se vino la crisis y el agave valía cero; nada", relató Manuel Cruz, socio de la empresa.

Los productores decidieron organizarse y encontrarle otros usos al agave además del tequila y se dieron cuenta que podrían hacer jarabe y fibras solubles.

Después de experimentos, tropiezos y una fuerte labor de organización se constituyeron en mayo de 2002 como la empresa Nekutli.

"No quisimos entrarle al tequila por lo complicado de la distribución, hicimos estudios y vimos que lo orgánico era bien valorado, además que para el jarabe y las fibras solubles había buen mercado; fue así que investigamos que en Hidalgo se siembra agave para pulque, pero que ha bajado el consumo, así que nos asociamos para ser todos orgánicos y trabajar en un mismo fin", destacó.

La empresa la componen mil 73 socios, con 2 mil 460 hectáreas certificadas como orgánicas: mil 300 son de agave azul de Cuquio, Jalisco y el resto de El Cardonal, Hidalgo.

Producen 8 mil toneladas de jarabe y fibras solubles que exportan en su totalidad a Estados Unidos, Canadá, Europa, Asia y Australia.

"El jarabe es un endulzante y sustituye al azúcar o la miel, tiene ventajas, porque es 1.4 veces más dulce que el azúcar y no se cristaliza lo que le da una larga vida en el anaquel. Ha tenido éxito en Europa del norte; se puede poner en la comida, las bebidas", dijo Cruz.

Sus exportaciones son en productos envasados unitariamente, explicó, y con etiquetas que portan el nombre de la empresa y se venden en las tiendas de autoservicio o especializadas.

En el caso de las fibras solubles, se trata de un producto biotecnológico, ya que es la separación molecular del agave.

"Las fibras solubles son requeridas por nuestro organismo, antes las comíamos de forma natural al cocer verduras para un cocido, pero ahora las costumbres han cambiado y se deben ingerir de forma adicional, esta fibra es insabora y se puede diluir en cualquier platillo", dijo.

Al ser cuestionado sobre las razones por las que no comercializan sus productos en México, dijo que la distribución resulta complicada al grado que venden sus productos hasta 3 veces más caros que ellos, lo cual desincentiva al consumidor.