Si por mala suerte, el paquidermo se acomodaba y se daba la vuelta, íbamos a ser irremisiblemente aplastados.

Lo que era una metáfora se convirtió en una realidad cruda en el 2009. Uno de los factores que contribuyeron a que México tuviera la peor caída del PIB desde 1932 fue el hecho de ser completamente dependiente de los movimientos de la industria en Estados Unidos.

Pero resulta que así como fue una mala fortuna sufrir de manera directa los efectos de la recesión industrial norteamericana, también se está teniendo la suerte de disfrutar del repunte industrial de EU, que no cesa.

Y, específicamente, el de la industria automotriz, que cuando vio lo que paga aquí a los trabajadores frente a los salarios que tiene que desembolsar en Detroit, decidió fortalecer su presencia en el País y hoy las exportaciones de autos a EU ya son el símbolo de la recuperación industrial.

Así que, cuando llegue el Presidente Felipe Calderón a Washington, en su visita de Estado, ojalá que no le dé por volver a dar lecciones de economía y se concentre en buscar cómo aprovechar este repunte industrial de los norteamericanos.

De acuerdo con las proyecciones del FMI, para este año, el déficit fiscal de EU será el equivalente a 11 por ciento del PIB y entre los países desarrollados se llevará la medalla de bronce, sólo detrás de Gran Bretaña e Irlanda.

En todo caso, creo que el Presidente Calderón, y todos los mexicanos, nos deberíamos poner nerviosos cuando nuestros vecinos del norte se empiecen a portar fiscalmente bien y regresen a la disciplina, pues eso va a implicar más impuestos en EU y, por lo tanto, las familias dejarán de comprar los coches que se ensamblan en México, lo que pondría nuevamente en riesgo el trabajo de un obrero en San Luis Potosí o en Sonora.

El tema que debería analizarse a fondo ahora es cómo lograr que más y más empresas se suban a este tren y se conecten con el impulso de las exportaciones. Nuestro eterno problema es que son relativamente pocas las empresas beneficiadas.

Quizás uno de los ángulos más difíciles de la vecindad con EU tiene que ver con el gigantesco mercado que representa... para las drogas ilegales.

La enorme y porosa frontera hace viable el tráfico a gran escala y, por lo tanto, las mafias mexicanas se han convertido en los abastecedores más importantes del mercado más grande del mundo en su ramo.

Por eso el poder que representan también deriva en buena medida de esta cercanía geográfica que más nos vale asumir.

Lástima que las agendas que hoy se tienen en ambos países sean básicamente defensivas, pues todavía México tiene muchas oportunidades para aprovechar en EU. Hoy queda como una mera ilusión aquella idea que alguna vez se denominó TLCAN2.

Entre las economías industrializadas más grandes del mundo, la norteamericana será casi con seguridad la que salga más rápido de la crisis y, por lo tanto, la que pueda ofrecer oportunidades que debiéramos capitalizar.