La ausencia de cambios en materia fiscal, que eleven la recaudación, condena a México a un estancamiento en su calificación de riesgo crediticio y a un crecimiento económico bajo, del orden de tres por ciento en el largo plazo.

Alberto Jones, director de Moody’s, afirmó que por lo que se refiere a la calificación soberana, la perspectiva hoy en día es estable, “lo cual quiere decir que no anticipamos que en un periodo de corto y mediano plazos hay elementos que pudieran hacer que la calificación cambie”.

Pero explicó que hay aspectos que sí podrían generar presión a la alza en la calificación, que podrían producir un cambio en la perspectiva de estable a positiva o una revisión para modificar la calificación hacia arriba, como sería una modificación significativa al esquema tributario de que dispone el gobierno mexicano.

“Lo que se ha dado en llamar en los medios la reforma fiscal. Para nosotros no tiene que ser reforma, y puede tener el nombre que sea. Lo importante es que se amplíe de manera significativa la base recaudatoria y de manera muy profunda”, mencionó.

Acerca del crecimiento económico dijo que en México la tasa de crecimiento potencial es de alrededor de tres por ciento, “se deterioró por la crisis y no vemos que sea pronto que la tasa de crecimiento económico potencial vaya a incrementarse”.

“Este año el incremento seguramente estará entre cuatro y cinco por ciento, pero no es lo relevante, lo es cuánto puede crecer el país en el largo plazo, y en ese sentido en años recientes, en los últimos seis ó siete años, ha estado creciendo a tasas promedio apenas por arriba de dos por ciento. Y un promedio de más largo plazo ya te pone por arriba del tres por ciento.Y eso es a lo que el país puede aspirar en los próximos años en ausencia de cambios al marco fiscal.”

Actualmente la calificación para México es BAA1 que es la más alta del primer grupo de calificaciones de grado de inversión y la perspectiva es estable. De este nivel para AAA faltan siete escalones, lo que sería una calificación de Estados Unidos, Gran Bretaña o Alemania.

Interrogado acerca de lo que pudiera ocurrir si se diera un deterioro en las finanzas públicas, Alberto Jones contestó que México ha demostrado, por mucho tiempo una férrea disciplina en la administración de las finanzas públicas.

En ese sentido el comportamiento ha sido ejemplar. Cada vez que los ingresos esperados en materia de impuestos se ven limitados en su crecimiento, el gobierno o el Congreso restringe también la tasa de crecimiento del gasto, aún si ello significa sacrificar algunos proyectos de inversión.

En la medida que haya un manejo muy prudente de manejo del balance entre ingresos y gastos, puede pasar mucho tiempo antes de que esto genere necesariamente un deterioro y la reforma debe enfocarse a la flexibilidad salarial.