Las ventas a tiendas comparables cayeron 1 por ciento en términos nominales respecto al año pasado, lo que significa que en términos reales la caída es de -5 por ciento.

Hay un ingrediente peculiar que no puede dejarse de lado. En los últimos días de abril del año pasado se presentaron, sobre todo en el DF, compras de pánico por la influenza, que hacen que las ventas de abril pasado hayan resultado atípicas en las tiendas de autoservicio.

En el momento más álgido de la recesión en el País, las ventas reales de los supermercados crecieron en 2 por ciento en términos reales en abril de 2009.

Sin embargo, más allá de ese factor de estacionalidad, el hecho es que no ha existido una real recuperación del poder de compra.

El salario base de cotización del IMSS en abril fue 2.8 por ciento superior en términos nominales al del mismo mes del año pasado, lo que significa que en términos reales tuvimos una caída de 1.4 por ciento en el poder de compra.

En contraste, hubo un crecimiento de 3.0 por ciento en el número de asegurados permanentes y eventuales urbanos.

El resultado de ambas variables es un crecimiento de la masa salarial real de 1.5 por ciento en abril, en relación con el mismo mes del año anterior.

Pero si a este hecho sumamos la tendencia del crédito al consumo que, hasta el mes de marzo (último disponible) registraba una caída real de 18 por ciento, entonces ya podemos completar el panorama que nos explica el retroceso en las ventas de las tiendas de autoservicio en abril.

En el caso de las ventas de autos en el mercado interno, otra de las cifras ya disponibles para abril, se observa un incremento de 17.6 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. Aunque la cifra parece muy impresionante, si se ven las cifras absolutas, el nivel todavía resulta muy bajo.

La venta de 60 mil 432 coches en abril es la segunda más baja del año, y lo más importante es que está 28 por ciento por abajo de las unidades que se vendieron en el mismo mes de 2008.

Lo que podemos esperar del mercado interno en los siguientes meses es que en los comparativos anuales siga mostrando tendencias positivas, pues vamos a compararnos con los peores momentos de la recesión.

Recuerde que en el segundo trimestre del año pasado, el PIB cayó 10 por ciento.

Pero aun si la economía en su conjunto creciera a tasas de 4.5 a 5 por ciento, lo más probable es que el mercado interno difícilmente va a superar el 3 por ciento.

Esto significa que ese ritmo de crecimiento determinará que hasta bien entrado el 2011, o incluso el 2012, probablemente podamos ver una situación comparable en términos absolutos con la que tuvimos en el curso de 2008.

Otra vez le pongo el ejemplo de los coches. Si en el próximo abril nuevamente tuviéramos un incremento de 17.6 por ciento, semejante al de este año, todavía estaríamos 15 por ciento por abajo del nivel de 2008.

El esfuerzo para volver a tener un mercado interno como el de antes de la crisis tendrá que ser gigantesco y no se le está poniendo suficiente atención.