El alcalde Larry Dominick y legisladores de origen hispano anunciaron el proyecto de ley como consecuencia del fallo del juez Thomas Gainer, quien rechazó pruebas contundentes que mostraban a un policía consumiendo alcohol antes de chocar su auto y matar a dos jóvenes.

El oficial John Ardelean consumió alcohol y chocó contra los jóvenes mexicano Erick Lagunas, de 21 años de edad, y Miguel Flores, de 22 años, quienes murieron en el incidente hace tres años.

La liberación de cargos ocurrió en una corte del Condado de Cook en abril, sin embargo, la ciudad de Cícero, de donde eran originarios Lagunas y Flores emitió una resolución expresando su indignación por la sentencia del juez, quien negó la evidencia en contra del oficial.

'Esto no puede pasar en ninguna ciudad de Estados Unidos y menos en el estado de Illinois', dijo el senador estatal de origen mexicano Martín Sandoval, en la reunión donde miembros del consejo administrativo de Cícero aprobaron la resolución.

'Necesitamos eliminar las sospechas de que las personas de autoridad se dan un descanso a su conveniencia', agregó y consideró vergonzoso que la comprobación de alcoholemia no se le hizo a Ardelean en el lugar y momento de los hechos sino siete horas después.

El juez Gainer rechazó pruebas como un video y el testimonio de un oficial, que mostraron el consumo de alcohol por parte de Ardelean.

'En estos casos, llamamos a la policía estatal para investigar y es como debió ocurrir y no ocurrió. Pero creo que ahora tenemos que ir más allá y pedir a los legisladores de Illinois aprobar una ley que obligue ... a una prueba inmediata' dijo Dominick.

Aseguró que la decisión del juez indica que hubo favoritismo en este caso y se trató de proteger al policía, lo cual reprobó, 'porque no queremos generar dudas en la comunidad con respecto al trabajo profesional que hace en general la policía', agregó.

El senador Sandoval y la representante Lisa Hernández, expresaron su compromiso para introducir al Congreso estatal una propuesta de ley que impida que vuelva a pasar lo que en el caso de la muerte de los jóvenes residente de Cícero.

'A finales de mes, cuando la legislatura vuelva a reunirse, vamos a presentar un proyecto de ley que haga obligatoria la prueba del alcoholímetro para cualquier conductor implicado en un accidente que tenga como consecuencia una fatalidad', dijo la legisladora.

'La decisión del juez es una tragedia no sólo para el pueblo de Cícero, donde las víctimas vivían, sino para la gente de Illinois.

Este tipo de situaciones podrían evitarse si las pruebas de alcoholemia se administran inmediatamente para determinar los niveles de alcohol en la sangre a los conductores implicados en accidentes con resultado de muerte', agregó.