En los infantes estos productos son un estímulo inducido para los riñones, el cerebro y el sistema digestivo de fatales consecuencias a largo plazo, alertó Jesús Peralta Olvera, responsable del Programa de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia, luego de afirmar que la ingesta de estas bebidas hace que los riñones excreten el exceso de líquidos.

"Lo que sucede es que en esos productos existe una sustancia que hace que el sistema nervioso esté preparado para la acción y el desgaste, por ello es utilizado por quienes realizan ejercicios, sin embargo el problema que se tiene es que pasado el efecto el paciente decae porque la actividad la vertió al momento de tomar la bebida", indicó.

El calor hace que se eleve la temperatura y se irradie el exceso de calor a través del aumento de la temperatura, lo que hace que el organismo deposite el sudor sobre la superficie de la piel para tratar de disminuir la temperatura pero el sudor hace que disminuya el liquido en el organismo que es lo que se conoce como la deshidratación.

"Los pequeños que juegan o practican ejercicio en ambientes calurosos están en riesgo de deshidratarse si sudan intensamente y no toman suficientes líquidos para reponer los que pierden al sudar, la deshidratación puede llevarlos a sufrir problemas en la regulación de la temperatura corporal y causar un aumento excesivo en la temperatura interna, lo cual puede resultar en problemas de salud y afectar el rendimiento deportivo", dijo Peralta Olvera.

SUEROS DE SABORES, SATURADOS DE GLUCOSA

Explicó que los ingredientes de las bebidas rehidratantes contienen estimulantes que a largo plazo cuando realmente así se requiera responderá de manera difícil, "la ingesta de agua pura o de sabor es la recomendado, no las que son rehidratantes, así como tampoco es recomendable los sueros de sabores debido a que contienen saborizantes que contienen glucosas que aunque reúne las características para hidratarse no contiene lo que requiere el organismo".

El vida suero oral es lo más recomendable aunque debe prepararse cada sobre en un litro de agua, de lo contrario los electrolitos no se ingieren, "es necesario que el menor comience el ejercicio o juego bien hidratado, lo cual se logra si ingiere de 250 a 300 mililitros de líquido antes de ponerse en acción; asimismo, durante el ejercicio se recomienda tomar aproximadamente medio vaso de líquido rehidratante cada 20 minutos", finalizó.