
Izucarenses llevan el caso contra la empresa Dragón hasta la Cámara baja.
15/04/2010
Alfredo Plascecia Sánchez
Alfredo Plascecia Sánchez
México, D.F. "¿Qué pasaría si todos los estudios salen a favor de la empresa (Dragón)?", fue la pregunta que dejó sin habla a los diputados poblanos del PRI en la Cámara baja y que planteó uno de los habitantes de Izucar de Matamoros, luego de que los legisladores pidieron tiempo para esperar el resultado de los estudios que ya se realizan a esa empresa. Mientras el diputado Alberto Jiménez Merino salió en defensa de compañía Bacardi –a la que también se acusa de contaminar- e incluso puso por delante "el poco prestigio que me quede", dijo.
Encabezados por el presidente municipal de Izucar, Rubero Galileo Suárez Matías, un grupo de habitantes de ese municipio llegó hasta el Palacio Legislativo de San Lázaro para solicitar el apoyo de los diputados federales del PRI por Puebla, en el sentido de expulsar de territorio poblano a la empresa de fertilizantes Dragón Agricultura Nacional S.A., y en donde el pasado 23 de marzo se registró una explosión que pudo haber sido de consecuencias más graves.
Los izucarenses fueron recibidos por un grupo de nueve legisladores poblanos, encabezados por el coordinador de la bancada, Oscar Aguilar González, quienes propusieron esperar a que concluyan los estudios que ya realizan investigadores de Chapingo, a fin de poder determinar si esa empresa representa en verdad un grave peligro para la población. Pero aclararon que Dragón es una empresa que también genera fuentes de empleo.
"¿Qué pasaría si todos los estudios salen a favor de la empresa?", preguntó de inmediato Armando Carlos García Azcué, uno de los luchadores sociales más activos de del municipio.
El silencio de los diputados fue inmenso; nadie atinaba qué responder, hasta que el diputado federal por Izucar, Alberto Jiménez Merino, rompió el silencio para señalar que la seguridad de la población es primero, también advirtió: "Yo se los digo de una vez, si todos los estudios salen que no contamina, si todo mundo ve lo mismo, pues ahora sí que ya no hay nada qué perseguir", dijo.
Respuesta que no fue del agrado del señor Carlos García, quien aclaró que también existe preocupación por la contaminación que provoca en esa zona de Puebla la compañía Bacardi, a la que responsabilizó de que el agua de Izucar esté amarillenta. Más aún, advirtió que la gente se está organizando y podría atentar contra Bacardi, por lo que pidió a los legisladores evitar que la gente se salga de control "y vaya a cometer alguna tontería".
Mientras que el alcalde Galileo Suárez aclaró que ni Bacardi ni Dragon aportan un solo peso a las arcas del gobierno municipal, "pese a que han contaminado con manganeso el pozo de 200 metros de profundidad", mismo que abastece del agua al 70 por ciento de la población.
Y fue otra vez el diputado Jiménez Merino quien salió, esta vez, en defensa de la compañía Bacardi y atribuyó a la ignorancia de la población el temor que tienen. "Cuando se presentó el problema de las antenas ionizadoras en Libres, uno de los problemas más grandes que encontramos fue que la escolaridad de nuestra población es muy baja; en promedio cuatro años de escuela, y entonces explicar requiere de los mejores argumentos y elementos", indicó.
Más aún, aseguró que le consta científicamente que Bacardi hace un buen manejo de la vinaza y por lo tanto, "no representa ningún riesgo, ni problema. Por eso, pongo el poco prestigio que me quede por delante".
Pero el líder moral de los izucarenses, Carlos García Azcué, recalcó que existen muchas irregularidades, entre ellas: el hecho de que la empresa Dragón no presenta el permiso de uso de suelo; está operando a 300 metros de una envasadora de gas licuado propano; y dentro de sus instalaciones tiene un pozo artesiano, lo que está prohibido por Conagua para los particulares.
Algo todavía peor, dijo, es que esa empresa contamina con dioxinas y furanos, sustancias altamente mortales y que, por medio de la piel, se introducen hasta los órganos vitales de quienes están expuestos a esos contaminantes.
Al final, los izucarenses y su alcalde abandonaron el Palacio Legislativo de San Lázaro con la promesa de los legisladores priístas de Puebla de de analizar el tema al interior de las comisiones de Salud y de Medio Ambiente, además de pugnar porque la Profepa, Semarnat y la Secretaría de Salud realicen los estudios que exige la población de Izucar de Matamoros.
Fuente: e-consulta
Categoría: CIVYL Y FISAC
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