
Nuestra manera de beber.
30/09/2009
Poncho Vera
Poncho Vera
Recientemente se dieron a conocer datos por demás alarmantes de la cantidad de alcohol que los mexicanos consumimos. Es una barbaridad que pone los pelos de punta.
El abuso en el consumo de este producto (del
alcohol), tal como lo dicen las botellas, produce
daños en la salud. Verdad irrefutable y
absurdamente ignorada por una gran cantidad
de nosotros.
Además de los evidentes daños que produce
físicamente el exceso de alcohol, no hay que
olvidar todo a lo que beber de más representa:
desde accidentes viales hasta la realización de
un sinfín de actividades realmente estúpidas.
Aceptémoslo, gracias al alcohol, al exceso de
éste en nuestro organismo, ofendemos, nos
peleamos, decimos incoherencias, fallamos en
el trabajo, decepcionamos, lastimamos,
hacemos el ridículo&
Son tantos y tantos los problemas que
generamos por la ingesta desmedida del
llamado chupe& y, tenemos que decirlo,
GENERAMOS, puesto que es un asunto
completamente evitable, el cual nosotros poco a
poco vamos buscando con la primera, segunda,
tercera& etcétera, copa.
No quisiera de ninguna manera que estas
palabras fueran tomadas como algo que tenga
que ver con la ENFERMEDAD del alcoholismo,
me refiero al abuso voluntario de las bebidas
etílicas.
Las costumbres que tenemos en el país son
lamentables, persisten& seguimos con la
estúpida idea de que el que es hombrecito bebe
mucho; y ahora los jóvenes de ambos sexos,
para ser cool, deben beber como desesperados.
Tomamos costumbres muy tontas& si vamos a un partido de futbol, hay que beber cerveza, lo mismo en las luchas; los
bautizos, bodas y primeras comuniones deben terminar en borracheras; los grandes contratos se firman en compañía de
varias botellas; en muchos lugares, simplemente te obligan a pedir alcohol para poder sentarte.
Reconozco que el programa Conduce sin alcohol ha funcionado para disminuir los accidentes viales, pero sin ninguna
duda hay mucho, mucho más.
¿Cuántos papás no lloran por sus hijos diariamente embriagados?, ¿cuántos hijos no sufren al ver que su mamá sólo se
levanta de la cama para beber?, ¿cuántas esposas no se sienten totalmente impotentes de ver que su marido simplemente
no es capaz de mantener un trabajo por sus borracheras?
Dejar de beber en México es dificilísimo, la presión social por tomar es impresionante. Incluso, sentimos como una ofensa si
alguien no quiere brindar con una bebida alcohólica con nosotros, hacemos a un lado a los cuates que no quieren meterle al
pisto en nuestra compañía&
Los medios de comunicación no dejamos de pintar a los borrachines como unos tipos simpáticos, muy a todo dar, como
motivo de mofa total.
En las pláticas de amigos siempre tratamos al que se puso más jarra con una especial veneración&
Nos emborrachamos, y es muy común que vengan muchas estupideces de nuestra parte& debemos hacer algo para que
culturalmente cambiemos nuestra percepción de la botella.
Estoy seguro que si fuéramos un país más sobrio, seríamos más felices.
Fuente: La Crónica
Categoría: RIESGOS ASOCIADOS AL EXCESO EN EL CONSUMO
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