
Buscan abaratar el etanol.
05/04/2010
Karla Rodríguez
Karla Rodríguez
¿Qué tienen en común la UNAM, Francia, los huesos de la aceituna o el agave tequilero?
La respuesta es un mismo interés: el Proyecto Babethanol, que pretende producir etanol, un combustible limpio para remplazar en el largo plazo a los derivados de petróleo, pero con un costo de producción más bajo a los que actualmente existen.
El Proyecto, oficializado en febrero pasado, busca sumar los esfuerzos de investigadores de la Facultad de Química de la UNAM y el Instituto Nacional Tecnológico de Toulouse, Francia, que aprovecharán residuos de alimentos como los huesos de aceitunas para producir etanol de 'segunda generación', es decir de bajo costo.
El director de la Facultad de Química de la UNAM, Eduardo Bárzana García, explicó que la materia prima que utilizarán serán los desperdicios que hoy no tienen ningún uso ni valor en el sector alimentario.
"Se generan alrededor de alguna actividad industrial, como una mazorca de maíz, los huesos de aceitunas o el bagazo del agave de la industria tequilera de México", detalló el experto.
El etanol es un combustible limpio, producido a partir de fermentación de materia orgánica y se está usando para remplazar a los derivados de petróleo.
Estados Unidos, Brasil y China son los tres principales productores de etanol en el mundo y se tiene previsto que este año México abra su primera planta productora en Guadalajara, Jalisco.
En el Proyecto Babethanol participan además 13 instituciones de 10 países de América Latina y Europa, encabezados por la Facultad de Química de la UNAM y el Instituto Nacional Politécnico de Toulouse, Francia.
En la actualidad, los expertos consideran al etanol como un recurso energético potencialmente sostenible, que puede ofrecer ventajas medioambientales y económicas a largo plazo, aunque su costo de producción es todavía alto.
La propuesta que analiza el Proyecto Babethanol es la transformación de residuos agroindustriales a través de métodos fisicoquímicos y enzimáticos, que podrían ser más económicos.
La producción tradicional requiere de una cantidad significativa de energía en comparación con la que ofrece el combustible producido, además de agua, productos químicos, eliminación de sustancias tóxicas y tratamiento de aguas residuales, razones por las cuales no ha sido posible sustituir el combustibles fósil por etanol.
"El propósito de este proyecto y de muchas investigaciones que se llevan a cabo en todo el mundo es poder aprovechar residuos del proceso del aceite de palma, de la avena y del trigo, entre otros productos agroindustriales", refirió el experto en Química de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Eduardo Bárzana García destacó que el proyecto científico de la UNAM y del Instituto Nacional Politécnico de Toulouse propone soluciones para un enfoque más sustentable y que podría ser aplicable a un rango más amplio de materias primas.
Esta iniciativa será desarrollada y probada desde el laboratorio hasta la escala piloto semi-industrial con diferentes residuos y materias primas.
En México se estudiará, en particular, el bagazo de agave azul, que se genera en grandes volúmenes como subproducto de la industria tequilera nacional.
Por México participan, además de Facultad de Química de la UNAM, el Centro Mario Molina para Estudios Estratégicos sobre Energía y Medio Ambiente, el Consejo Regulador del Tequila de Guadalajara y Proazúcar de Veracruz.
En este proyecto colaboran también el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas de Toulouse (INSAT), el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, de España; El Departamento de Ciencias Agrarias y Ambientales de Italia, y el Valtion Teknillinen Tutkimuskeskus, de Finlandia.
También, el Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico y Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur (conformado por Uruguay, Brasil, Chile, Paraguay y Argentina), así como la Universidad de Costa Rica, y el organismo Palma Tica, también de este último país.
De gran ayuda
59-91% es el rango de costo de los insumos agrícolas para la producción del biodiesel.
2% de los combustible podrían ser sustituidos por otros más limpios en el largo plazo.
85% se reduce la emisión de gases al utilizar etanol, frente a combustibles tradicionales.
Múltiple impacto
La introducción del etanol como combustible en el País arrojaría grandes beneficios.
- Creación de empleo.
- Desarrollo de la economía rural.
- Ampliación de las infraestructuras sociales en zonas rurales.
- Mejora de la seguridad energética.
- Conservación de los recursos petrolíferos.
Fuente: Reforma
Categoría: INDICADORES ECONOMICOS Y PROSPECTIVA
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