El funcionario aseguró que la aplicación de medidas de alcoholemia puede resultar molesta en una noche de fiesta, pero ha sido efectiva.

La cifra de 2013, dijo, es menor a 2010, cuando el promedio de muertes por esa causa era de 245 personas, lo que significa que hubo una disminución de más de un 20 por ciento entre 2010 y 2012.

López Quintal explicó que aunque las cifras de este año son preliminares, se observa una notable tendencia a la baja, si bien no de los accidentes, sí de las muertes que se registran en las mismas, por lo que podría cerrarse al año muy por debajo del promedio de años anteriores. Incluso, por primera vez se cerraron las vacaciones de verano con saldo blanco.

Sin embargo, aclaró que todavía faltan los meses más complicados del año, noviembre y diciembre, en los que suele elevarse el consumo de alcohol, aunque reiteró que la estadística al momento se considera positiva, pues el parque vehicular crece año con año en Yucatán.

El funcionario afirmó que poco a poco la gente toma conciencia de que conducir un auto con aliento alcohólico o en estado de ebriedad puede traer consecuencias importantes, pues las leyes se han vuelto mucho más estrictas.

‘Las multas por violar el reglamento de vialidad de la entidad, en el tema de beber y conducir van de los mil 500 a más de cinco mil pesos, además de que se consideran penas corporales más severas’, refirió.