“Sin duda que los resultados son positivos en cuanto a que se reduce de manera importante, hasta en un 80 por ciento, los percances viales en los fines de semana, que los trasladamos a que se evitan daños materiales, personas lesionadas y hasta pérdida de vidas, pues nos complace afirmar que el Alcoholímetro se queda”, dijo la fuente quien pidió el anonimato por no tener autorización para el tema.

Agregó sin embargo, la medida es legal y depende además de un programa nacional diseñado precisamente como prevención para evitar accidentes y los que estos conllevan.

“Me ha tocado tratar con las personas que son requeridas por conducir algún vehículo después de haber ingerido bebidas embriagantes, al principio no todos lo aceptan como una culpa, pero les damos explicaciones detalladas y terminan por agradecernos el programa”, cita la fuente.

Sin embargo, el agente de la PEP acepta que el programa carece de terapias especiales para los infractores. “Sería lo adecuado, incluso que se retomara como obligatorio el trabajo social, aunque debo aclarar que las multas son altas en estos casos porque las personas en esta condición deben cubrir el equivalente a 30 salarios mínimos como infracción, y no es nada barato”, aclara el uniformado.

Para los operativos de fines de semana el Alcoholímetro cuenta con dos patrullas de la PEP, además de seis agentes de la corporación y se tiene el respaldo de la Policía Municipal que apoya con unidades y agentes.