A pesar de las grandes campañas que se han lanzado, como la de Conductor Designado, sencillamente a la sociedad pareciera no importarle lo peligroso que es conducir alcoholizado. Al hacerlo los ciudadanos no sólo exponen su vida sino también la de otros conductores o peatones.

Un reciente caso fue la muerte de madre e hija, quienes fallecieron en un choque sobre el puente de la Isla Musala; el conductor venía en estado de ebriedad y frenó la vida de estas dos personas que transitaban de manera correcta en su vehículo. Al parecer el causante del percance saldrá bajo fianza.

El director de Prevención y Promoción de la Salud, Álvaro Acosta, señalo que durante 2011 se registraron 466 muertes en accidentes automovilísticos.

Las medidas que han utilizado las autoridades no son suficientes, ni siquiera el alcoholímetro ha evitado que las personas conduzcan en estado de ebriedad. Pasar unas cuantas horas en prisión o pagar una multa no es nada para ellos, es necesario realizar leyes que sancionen con multas más fuertes. En el caso de Monterrey hay sanciones que aplican multas de hasta 35 mil pesos por conducir en estado de ebriedad.

El manejar bajo los influjos del alcohol hace a las personas sentirse poderosas. De qué forma tiene que entender la sociedad sobre los riesgos que ocurren al manejar alcoholizado, qué falta para que hagan conciencia: el beber alcohol y manejar no te hace más fuerte ni más hombre, como lo creen algunos