El proyecto se formalizó con la presencia de los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Felipe Calderón, tras el cierre del Foro Estratégico Empresarial México-Brasil, en el marco de la reunión del Grupo de Río, informó la empresa brasileña.

A fines de 2009, Braskem e Idesa ganaron la subasta promovida por Pemex Gas y Petroquímica Básica para el suministro de 66 mil barriles diarios de etano, que serán utilizados como materia prima en el complejo petroquímico, con una duración de 20 años.

Nafin señaló que Etileno XXI “consideró de vital importancia la participación de la banca de desarrollo mexicana, para apoyar la estructura financiera de la inversión local, esto es, 825 millones de dólares, junto con otras instituciones de la banca comercial”, por lo que junto con Bancomext otorgarán una garantía hasta de 300 millones de dólares, a fin de que se estructure el financiamiento del componente local para su construcción.

La obra representa la mayor inversión brasileña directa que se haya hecho en México y la mayor inversión en el sector petroquímico del país en los últimos 20 años. Además que registrará una sustitución de importaciones de polietileno por aproximadamente dos mil millones de dólares al año, “con un fuerte impacto en la mejora de las balanzas comercial y de pagos mexicana”, dijo Braskem.

El plan creará de seis a ocho mil puestos de trabajo durante la fase de construcción y aproximadamente 800 empleos directos y dos mil 200 indirectos en forma permanente.

Prevén para Braskem 65% de participación y para Idesa 35%. Se adelantó que se estudia la participación minoritaria y estratégica de Pemex como socio del proyecto, pero no se dieron más detalles.