
COORDENADAS
¿La más grave?
24/02/2010
Enrique Quintana
Enrique Quintana
Diversos lectores me cuestionaron si la crisis actual es realmente la más grave que hemos tenido en México.
Algunos piensan que independientemente de la caída de 6.5 por ciento en el PIB, los acontecimientos de los meses recientes están lejos del desastre económico que hubo tras la devaluación de 1994.
Otros, con algunos años más, nos recuerdan los años negros de la década de los 80, cuando fueron necesarios los Pactos, pues la inflación rebasaba con creces el 100 por ciento.
No se trata de hacer un "concurso" de gravedad entre las crisis, que de poco serviría. Pero quizá sí sería útil recordar en qué difiere esta crisis de las que vivimos en épocas recientes, pues la de 1932 queda ya demasiado distante.
La recesión de la que apenas estamos saliendo pudiera parecer menos grave que la de 1995 por dos hechos.
En 1995 se perdieron cerca de un millón de empleos formales. No hubo ningún programa para evitar la destrucción de los puestos de trabajo y el impacto fue brutal.
En términos relativos, la caída del empleo fue de 8 por ciento. Considerando las cifras actuales, hubiera sido equivalente a que se perdieran el año pasado 1 millón 120 mil empleos, cuando la caída fue de 440 mil puestos en el promedio anual.
Otra gran diferencia fue el hecho de que en México no tuvimos el año pasado una crisis financiera y un disparo de la inflación. Tampoco el tipo de cambio se movió igual.
Hoy tenemos ya 16 meses y medio desde que ocurrió la devaluación y la paridad estuvo ayer en 12.95 en el mercado al mayoreo, es decir, una depreciación de alrededor de 18 por ciento respecto a los niveles de los primeros días de octubre de 2008.
Dieciséis meses después del "error de diciembre" de 1994, la devaluación del peso ya era de 114 por ciento.
En aquellos años se dio la quiebra de prácticamente todo el sistema bancario y un alza de tasas de interés que causó un problema social de enormes dimensiones cuando familias y empresas se quedaron sin poder cubrir los intereses de sus deudas que, de golpe, se les multiplicaron por 3 o 4 veces.
En el otro extremo, para un amplio sector de la industria en aquellos años no hubo crisis. En 1995, las exportaciones de manufacturas crecieron en 31.7 por ciento, mientras el resto de la economía se iba para abajo.
En esta crisis, las exportaciones de la industria manufacturera cayeron 18 por ciento en 2009, casi tres veces más que el conjunto de la economía.
Pese a la severidad de los hechos de 1995, hay otros lectores que se remontaron a 1986-88 para recordarnos una época muy mala para la economía del País.
En enero de 1988 el incremento de los precios al consumidor en México fue 15.5 por ciento mensual y en febrero de ese año llegamos al récord en inflación anual, al alcanzar el 179 por ciento. Es decir, en poco más de un año, el poder adquisitivo de la moneda cayó en dos terceras partes.
En materia de crecimiento, las cosas no estuvieron mejor. Entre 1982 y 1988, el crecimiento acumulado fue de 1.7 por ciento, es decir, una tasa media de 0.3 por ciento anual.
Para todo propósito práctico fueron 6 años de estancamiento con la peor inflación que hayamos registrado nunca.
Así que, efectivamente, si vamos más allá del dato de la caída del PIB, es probable que sí hayamos tenido peores épocas que la presente en la economía mexicana.
Lamentablemente, para pensar en épocas brillantes, tendríamos que recorrer casi medio siglo.
Otros indicadores de crisis
(variación anual media % de inflación y devaluación por sexenio)
Inflación Devaluación
JLP 33.0 29.9
MMH 83.8 69.5
CSG 15.6 10.1
EZP 21.7 15.5
VFQ 4.4 1.9
FCH* 4.6 6.0
*para los primeros 3 años
Fuente: Banxico
Fuente: Reforma
Categoría: INDICADORES ECONOMICOS Y PROSPECTIVA
Categoría: INDICADORES ECONOMICOS Y PROSPECTIVA
