La propuesta de subir dos por ciento la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR), resulta

incongruente, pues frenará la inversión y desalentará la contratación de personal, al resultar

costoso, dijo Francisco Macías.

El presidente del Comité de Estudios Fiscales del Instituto Mexicano de Ejecutivos de

Finanzas (IMEF), mencionó que la propuesta del Ejecutivo federal de incrementar la tasa

del ISR es contraria a las acciones tomadas por otros países en plena crisis.

Señaló que el resto de los países latinoamericanos han reducido la tasa del ISR y no tiene

un impuesto complementario como es el Empresarial a Tasa Única (IETU).

En conferencia de prensa, el directivo explicó que imponer un dos por ciento adicional al

ISR inhibe a los empresarios a contratar mayor personal. Además, le resta liquidez a los

salarios.

Una vez más el Servicio de Administración Tributaria (SAT) está pensando en los

contribuyentes cautivos y no en ampliar su base, señaló.

Por ello, exhortó a los legisladores a que sin importar de qué partido sean pugnen por

incrementar el número de contribuyentes, eliminar exenciones, tasa cero y fomenten la

autofiscalización para incorporar a la economía informal a la formal.

Macías mencionó que respecto al Impuesto a Depósitos en Efectivo (IDE) es adecuado

incrementar la tasa de dos a tres po ciento, pero tiene que ir complementado con una

fiscalización de los contribuyentes potenciales. Tan sólo el pasado 21 de junio el SAT

informó que tiene en la mira a más de un millón de personas que no están pagando sus

contribuciones fiscales y que identificó a través del Impuesto a Depósitos en Efectivo

(IDE).

En cuanto al llamado impuesto a la pobreza, Macías señaló que éste no golpeará los

sectores que tengan menores recursos, porque las compras de los alimentos se gravarán en

tiendas de autoservicio y regularmente este grupo poblacional lo hace mediante

transacciones fuera de la economía formal.

Por su parte, Jonathan Heath, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del

organismo, indicó que el gasto público debe ser más eficiente y transparente. Falta

incorporar reducciones importantes al gasto en partidas de los poderes Legislativo y

Judicial.

Añadió que la proyección del Ejecutivo de la inflación al final de 2010 de 3.3 por ciento, no

toma en cuenta el impacto inflacionario de dos a tres puntos porcentuales.

Vemos un riesgo no sólo en el cumplimiento del objetivo de tres por ciento del Banco de

México, sino en nuestra propia estimación 4.3 por ciento a finales de 2010.

El director de la División de Economía del Centro de Investigación y Docencia Económicas

(CIDE), Fausto Hernández, calificó al paquete económico de ortodoxo por tener un

severo ajuste fiscal.

En conferencia de prensa añadió que llama la atención que en los demás países han

disminuido la tasa máxima del ISR, mientras en México se pretende elevar.