"Siempre recomendamos que se mantengan una serie de actividades que normalmente realiza uno con los hijos y que de repente llega un momento en que uno como papá o mamá los corta", afirmó.

Por ejemplo de niños, se propicia que tengan alternativas y opciones para que se desarrollen, como cursos de diversas disciplinas. Desafortunadamente, dijo, llega un momento en la

adolescencia, en que los jovencitos ya no aceptan muy bien lo que los padres les proponen.

En contraparte, los padres se van al otro extremo, pensando que los menores ya crecieron y dándoles libertad para que busquen sus propias actividades, llegando a tener demasiado tiempo libre que en ocasiones no se invierte en alternativas muy saludables.

En un folleto facilitado y editado por CIJ, se establecen nueve aspectos importantes para evitar esta situación: la primera, es que los padres establezcan y apliquen normas contra el uso de

bebidas alcohólicas.

Que se fortalezca la autoestima de los hijos, hablar con ellos y escucharlos; proporcionar ternura y amor, fomentar el interés por la escuela, enseñarles que la diversión no necesita del alcohol,

promover que los hijos participen en grupos o asociaciones en donde no se consuma alcohol ni otras drogas, estar al pendiente de ellos y acompañarlos, y finalmente , enseñarles a a ser claros y decir que no ante la presión de otros.