El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) también dijo que pese a los repuntes, los siguientes meses todavía serán difíciles.

Ya vimos en los dos primeros trimestres del año las peores cifras, quiere decir que previsiblemente, de aquí para adelante serán mejores, como lo serán los resultados del mundo entero, recalcó Gurría. Por eso ni nos debemos rasgar las vestiduras, aunque tampoco dejar de preocuparnos, agregó.

Luego de participar en el Foro Nacional sobre Política Energética, Medio Ambiente y Cambio Climático, organizado por la Universidad Berkeley de California, dijo que además de los programas anticíclicos impulsados por el gobierno federal será necesario seguir avanzando en las reformas estructurales.

No sintamos que México es el país al que le fue peor. Pero sí tenemos la peor crisis de nuestras vidas, nunca hubo una crisis en la que todos los países de la OCDE, al mismo tiempo, estuvieran en recesión.

En las últimas semanas hubo algunos repuntes en el crecimiento económico, aunque marginal, en países como Francia y Alemania, y además de que en China hubo paquetes masivos de estímulo equivalentes a 15 por ciento de su PIB, destacó Gurría.

Para Estados Unidos, la efectividad del programa de rescate económico todavía está por verse, debido a que todavía hay mucho por gastar, afirmó.

A decir de Gurría, una de las consecuencias de la turbulencia desatada a finales del año pasado fue la contracción del comercio mundial por primera ocasión en la historia moderna, pero también se desató una reacción inédita de cooperación a escala internacional, con intervenciones masivas de los bancos centrales.

Lo que está pasando en México es lo que pasa prácticamente en todos los países del mundo. De manera natural, prácticamente todos los efectos más obvios de la crisis le afectaron, señaló. Y si se considera que Estados Unidos, donde inició el problema global, es el principal socio comercial de México, la

Estados Unidos, nuestro principal cliente de exportaciones, es el país que lleva ya casi dos años en recesión, recalcó Gurría. La gente dejó de comprar manufacturas, que es la principal exportación de México.

En el caso de las remesas, que también constituyen una fuente importante de ingresos para el país, el problema estadunidense se tradujo en el despido de casi seis millones de personas desde 2007, la mayoría de ellas del sector de la construcción, donde los emigrados mexicanos suelen tener una participación importante, enfatizó el titular de la OCDE.

El sector que lleva la crisis de 18 meses es el de la vivienda, y muchos de los migrantes estaban trabajando en él, o en los sectores de servicios, detalló.

Además, la influenza A H1N1 provocó un efecto negativo en la economía mexicana, señaló, al afectar al principal polo de actividad en el país, que es la zona del Valle de México, pero también generando una caída en el turismo extranjero.

Todo esto junto, por las características económicas de México, nos ha afectado mucho, así como nos benefició durante los últimos ocho años irnos con la ola del crecimiento de algunos países, mencionó.

La semana pasada, la OCDE informó que luego de haber sufrido una caída de 2.1 por ciento entre enero y marzo, el Producto Interno Bruto (PIB) de las economías que la integran logró estabilizarse en el segundo trimestre de 2009. Mientras, la economía mexicana bajó 10.3 por ciento en el segundo trimestre.