Especialistas del Instituto informan que ingerir alcohol produce fenómenos de desinhibición, lo que aumenta las posibilidades de sufrir accidentes automovilísticos, fracturas, contusiones, luxaciones, traumatismo craneoencefálico, pérdida de extremidades e inclusive la muerte.

Destacan los especialistas que estos percances se pueden evitar si se tiene la creencia de que las personas no necesitan ingerir alcohol en exceso para pasar un buen rato en las fiestas, sobre todo en estas fechas donde se celebran las graduaciones. El sólo hecho de tomar cinco o seis copas hace que se pierdan los reflejos; esto constituye un riesgo de intoxicación, que puede ser causa de accidentes de tránsito, atropellamientos, e incluso ocasionar cualquier tipo de violencia.

Indicaron que el exceso en el consumo de estas bebidas repercute seriamente en una gastritis o inflamación del estómago, pero también puede desarrollar una alteración en el páncreas o el hígado, provocando que el enfermo llegue al área de Terapia Intensiva debido a una fuerte intoxicación etílica.

Los especialistas del IMSS coinciden que debe imperar la cultura de la prevención, por ello recomiendan no excederse: “si toma no maneje” para evitar accidentes que pueden dejar secuelas para toda la vida y hacer que una noche para festejar pase a ser una noche para lamentar.