Guinness Anchor, que tiene la mayor participación de mercado de las tres compañías cerveceras en Malasia, acaba de celebrar su 250 aniversario con un concierto cerca de Kuala Lumpur, con la presentación del grupo Black Eyed Peas. La compañía tuvo que crear un área separada donde se pudiera servir alcohol y aceptó no utilizar la palabra "Guinness" en el concierto ni en la publicidad del evento.

En un principio, se prohibió la asistencia de los musulmanes, pero las autoridades posteriormente cambiaron de opinión. No se agotaron las localidades del concierto, pero fue presenciado por unas 16 mil personas. Se desconoce cuántas eran musulmanas.

"Dirigimos nuestras actividades directamente a las comunidades china e india en Malasia", explicó Charles Ireland, director administrativo de la compañía, en referencia a las comunidades no musulmanas más numerosas del país. Pese a tales retos culturales (y al hecho de que Malasia tiene uno de los impuestos más altos sobre bebidas alcohólicas del mundo) el consumo de cerveza en el país se ha mantenido relativamente estable durante la última década.

Aunque las bebidas alcohólicas están prohibidas en algunos países con mayoría musulmana, en Malasia son legales para los no musulmanes y están disponibles en supermercados, bares y restaurantes. Sin embargo, sigue siendo un tema delicado.

En julio del año pasado, una modelo musulmana fue sentenciada a recibir azotes con una vara de caña tras ser sorprendida bebiendo cerveza en un hotel, en el estado de Pahang, en el este del país. En la mayoría de los estados, los musulmanes que son hallados bebiendo alcohol pueden recibir una multa de hasta 3 mil ringgits (unos 885 dólares), una sentencia de hasta dos años en prisión o ambas cosas. Los musulmanes que sean sorprendidos vendiendo bebidas embriagantes pueden ser multados con hasta 5 mil ringgits y recibir una pena de hasta tres años de cárcel.

Soren Holm Jensen, director administrativo de Carlsberg Malaysia, dijo que las compañías cerveceras tenían que adaptar sus estrategias de mercadotecnia porque sólo se podían anunciar en medios impresos y películas, y sólo podían estar dirigidas a los no musulmanes. Carlsberg, que tiene la segunda mayor participación de mercado, por encima de la Napex Corporation, utiliza en el país una publicidad que está más relacionada con el producto, mientras que en otros países, es más probable que muestre a personas bebiendo en un entorno social, comentó Jensen.

Ante el renovado crecimiento económico, lo único que podría inhibir las crecientes ventas de cerveza, indican algunos analistas, podría ser otro aumento en el impuesto.

En un reporte publicado este año, Euromonitor International, grupo independiente de investigación de mercados, atribuyó el aumento en las ventas de bebidas alcohólicas en el 2008 a la decisión del Gobierno de no elevar el impuesto a la cerveza, junto con el creciente poder adquisitivo de los consumidores y un incremento en el consumo entre las mujeres.

Este año, el Partido Islámico Pan-Malasio hizo un llamado a prohibir las ventas de bebidas alcohólicas en tiendas de conveniencia en Shah Alam, ciudad con mayoría musulmana cerca de Kuala Lumpur. Pese a que no se introdujo tal prohibición, Khalid Samad, representante del partido en el Parlamento, señaló que algunas tiendas de conveniencia en el área habían decidido voluntariamente dejar de vender esas bebidas.

La carne de puerco también está prohibida para los musulmanes y no se encuentra en muchos menús, así que el chef alemán Werner Kuhn abrió El Cerdo, en una popular zona restaurantera en Kuala Lumpur, en el 2005.

"Tienes que darles a tus clientes una razón para que vengan a tu negocio y ofrecerles algo que nadie más ofrece", externó Kuhn