La directora de Reglamentos del municipio de Numarán Adriana Martínez Álvarez, informó que uno de los problemas más recurrentes que tienen en el municipio, ha sido el hacer respetar los reglamentos, pero lo que más ha derivado en el descontento de algunos sectores de la gente ha sido el evitar que los jóvenes consuman alcohol mientras se encuentran al volante.

“Esto además de ser una disposición que marca el reglamento, tiene la finalidad de evitar accidentes que les afectan a ellos mismos o el resto de la gente, pero están muy acostumbrados y está costando trabajo concientizarlos sobre el grave riesgo que corren con dicha práctica”, señaló la titular de Reglamentos.

Aunque los negocios con venta de alcohol, o giros rojos que son 120 en el municipio, trabajan todos regulados con su permiso correspondiente, los horarios para la venta es la que se requiere estar supervisando y el que los jóvenes -sobre todo-, no se queden en el establecimiento a consumirlos, cuando el permiso es solo de venta para llevar.

Tanto el alcalde José Luis Madrigal como Martínez Álvarez, aseguran que si existe la necesidad de aplicar un dispositivo de control como el alcoholímetro, por lo que se comenzarían a ver los pormenores para su aplicación y valorar la cuestión de recursos humanos y materiales para ello. Sin embargo, reconocieron también que tendría que ser de forma paulatina para evitar incrementar el sentido de rechazo a esta medida de prevención.

“Se les está invitando constantemente a que no consuman alcohol en condiciones de riesgo y a que si lo hacen, sea en lugares adecuados, se está haciendo mucho para concientizar porque todavía la gente no se acostumbra a regirse conforme a la ley”, expresó el alcalde José Madrigal, aunque dijo no tener la cifra de la cantidad de accidentes que se derivan de la combinación alcohol – volante.

Cabe recordar que en municipios de esta región, como La Piedad, se aplica el operativo del alcoholímetro los fines de semana desde hace tres años, dejando como saldo la disminución hasta en un 80 por ciento de los accidentes viales y eliminado casi en un 100 por ciento los decesos de jóvenes por esa causa, que llegó a representar un problema recurrente en La Piedad antes del alcoholímetro.