En el bar de Sanborns, dentro de Centro Interlomas, el servicio es ofrecido a todos los clientes antes de retirarse, aseguró Javier Reyes, el gerente, pero el aparato nunca se ha usado.

"Se cuenta con uno, pero la gente es muy renuente. Se les ofrece el servicio pero no lo aceptan", aseguró.

Desde hace un mes, el restaurante La Mansión también tiene alcoholímetro, pero Ricardo Alcaraz, su coordinador, dice que quienes lo usan no lo toman en serio.

"El 95 por ciento de los clientes no lo utiliza y el 5 por ciento que lo usó lo tomó a broma", dijo Alcaraz.

El aparato representa una renta mensual de 3 mil 500 pesos y para arrendarlo deben pagarse dos meses por adelantado.

Para usarlo, el cliente debe introducir una moneda de 10 pesos a la máquina, misma que arroja un popote en el que hay que soplar y en cuestión de segundos el dispositivo informa los grados de alcohol que tiene en la sangre.

Tres comensales que consumían una botella de whisky el martes en el restaurante La Goleta negaron conocer la medida, aunque la aprobaron.

"Creo que es bueno saber cómo estás de alcohol antes de salir de algún lugar en el que has estado bebiendo, así sabes qué precauciones tomar", dijo uno de ellos.

En Huixquilucan hay 368 establecimientos con venta de bebidas alcohólicas, que además de tener alcoholímetro están obligados a colocar carteles de prevención y contar con teléfonos de sitios de taxis seguros.

Hasta ahora, la Tesorería, encargada del proyecto, no ha dado un balance de los establecimientos que adoptaron la medida, obligatoria desde el 12 de mayo.

A soplar

El ordenamiento de tener alcoholímetros en los bares se aprobó en diciembre.

368 locales con venta de alcohol en Huixquilucan

3500 pesos cuesta la renta del alcoholímetro

5 días hace que la medida se volvió obligatoria