
COORDENADAS
Pura inercia
03/02/2010
Enrique Quintana
Enrique Quintana
Ha comenzado el nuevo periodo ordinario de sesiones de la Cámara, y los augurios no son nada buenos.
Si los priistas efectivamente bloquean la reforma política planteada por Calderón, lo más probable es que estemos frente a un escenario de cero reformas para la segunda mitad de la actual Administración.
El argumento formal del PRI es que ven como prioritarios otros temas de más relevancia, como los sociales o la reforma fiscal.
Pero la realidad es que lo que ya emergió es el ambiente político que se deriva de un año en el que habrá 12 elecciones para gobernador y en el que el PRI defiende sus posiciones ante la amenaza de que alianzas del PAN y PRD puedan poner en riesgo algunas gubernaturas.
En diversas ocasiones le he expresado en este espacio mi percepción de que no habrá reforma fiscal... al menos de fondo. Quizás algún ajuste para impuestos que están bajo fuego, como el IETU, pero de ninguna manera una transformación integral ni del sistema tributario ni del gasto público en México.
Si se le da prioridad a una reforma muy poco viable y se relega la única que formalmente ya había presentado el Presidente, el mensaje que se está enviando es que hay muy poca probabilidad de hacer una reforma estructural, casi cualquiera que esta sea.
Bajo esta premisa, hay que suponer que lo que tendremos en buena medida para los próximos 3 años es un escenario inercial, es decir, en el que no cambia nada sustancial y en el que, por lo tanto, el crecimiento de la economía dependerá casi por entero de lo que pase con Estados Unidos.
Uno podría pensar que eso es buena noticia porque el viernes pasado se dio a conocer que la economía de Estados Unidos creció en 5.7 por ciento en el último trimestre del año.
Sin embargo, hay que tomar con pinzas este comportamiento para no interpretar equivocadamente la señal.
Casi las dos terceras partes del impulso vinieron de la reducción de inventarios y aún no del incremento en el consumo.
Apenas 1.4 puntos del total, es decir, la cuarta parte del total del crecimiento, provino del aumento en los gastos de consumo de los hogares y, de hecho, en el caso de las compras de bienes duraderos, aún se apunta hacia abajo.
Es decir, todavía estamos lejos de una recuperación sólida.
Si Estados Unidos avanza de manera titubeante, a veces rápido y otras a paso más modesto, y no se procesan en el País reformas para impulsar la inversión, vamos a estar como veletas, sujetos a los vaivenes que tenga la economía norteamericana.
Regreso al tema de las reformas.
El PRI dice no querer la reforma política, y sin los votos tricolores no hay manera de que salga.
La fiscal la interpreta cada quien a su manera y, por lo tanto, no hay un lenguaje común que permita alcanzar los mínimos consensos.
La laboral difícilmente va a pasar por el sector de sindicatos también afiliados al PRI, que van a ver una amenaza a su poder hasta en el más mínimo avance.
En el caso de una nueva ronda de reformas energéticas, se ve muy complicado, pues ni siquiera se ha logrado aterrizar la de 2008, que ya está cuestionada en la Suprema Corte.
Ya para qué le seguimos.
Ojalá me equivoque, pero creo que para ver nuevas reformas tendremos que esperar -si bien nos va- el sexenio que comienza en diciembre de 2012.
Fuente: Reforma
Categoría: INDICADORES ECONOMICOS Y PROSPECTIVA
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