Existen tradicionalmente dos grupos de edad que son peligrosos y por ende debemos de estar alertas cuando lleguen. El primero es la adolescencia, 13 años a 19 años de edad. El segundo es la vejez, o la tercera edad avanzada. Supuestamente debe comenzar a los 60. Sin embargo, hoy en día, la ciencia médica y la erradicación de muchas enfermedades, han hecho que el periodo de la tercera edad se haya extendido, de manera que actualmente, el promedio de vida llega hasta los setenta y cinco, ochenta años, con excepciones, pues hay personas que a los 90 años de edad todavía son funcionales y hasta auto manejan. Obviamente que dependerá de las sanas costumbres que haya tenido la persona y de la salud en general que haya mantenido durante su vida.

El adolescente, por ser joven, es naturalmente irresponsable. Es por eso que los padres de familia debemos estar muy alertas cuando nos piden el carro, y durante toda su adolescencia. Ahora, que si se junta con otros adolescentes, el peligro se magnifica. Quizás nuestro adolescente demuestre ser responsable en casa, en el colegio y en general. El problema radica que cuando varios adolescentes se juntan para acompañarlo en el carro, toda la responsabilidad recae en el que maneja, sin embargo, éste es influido por las opiniones e irresponsabilidades de los demás compañeros, y seguramente hará maniobras que nunca haría cuando viaja solo.

Si a lo anterior le sumamos el factor alcohol, el panorama se vuelve altamente peligroso. Y es que aunque el conductor no haya tomado alcohol y los demás sí, la situación se le vuelve de color rojo para el que conduce, pues los demás seguramente influirán en su conducta vial, que por lo general se pone altamente de peligrosa.

Para lo que tenemos padres ya grandes, nos toca cuidar de su manejo, pues la persona a medida que va adquiriendo más edad, en el período de la vejez, se va volviendo más opuesto a dejar el manejo. Si le quitamos las llaves del auto y las guardamos en lugar seguro, su estado mental le hará pensar que estamos en contra de él y podrá pensar que le robamos el carro. Y todos los días nos estará acusando de lo mismo. Pero aunque nos duela mucho, lo tenemos que hacer por su propia seguridad y la de los demás. Es mejor invertir en un chofer confiable y muy responsable para que lo lleve a dar las vueltas que necesite.

También puede suceder que a una edad en que quizás ya padezca de senilidad, piense que todos los que lo rodean están confabulando en contra de él. Si le impedimos que salga a la calle y para tal fin nos cuidamos de cerrar bien las puertas, pensará que lo tenemos secuestrado y así lo dirá a quien se encuentre. De manera que la senilidad y el manejo no combinan.

Mi padre acaba de fallecer, tenía 93 años de edad, y en los últimos dos padeció y nos hizo padecer de lo que acabo de mencionar. De manera que con conocimiento de causa, les digo que es una etapa muy difícil para padres con vejez avanzada, y para nosotros que sólo queremos el bien para él o ellos.

Que yo sepa, no existen escuelas de manejo para personas de edad avanzada en México. En Estados Unidos sí se les puede mandar a una escuela de manejo donde le ayuden a manejar bien, aunque las autoridades le limitarán su zona de manejo, quizás solamente para ir a visitar parientes, limitado a ciertas calles y zonas de la ciudad, o quizás para ir al súper o a la iglesia. En su licencia se la anotan las restricciones. Pero como en México no existe eso, nos toca a nosotros, sus hijos, el cuidar de sus deseos de independencia, que entre ellos está el manejar.