Otra de las desventajas de que los jóvenes comiencen a beber en edades tempranas (cuya fecha de debut se calcula entre los 13 años de edad), es que es más fácil que desarrollen una adicción y comiencen a adentrarse en otras drogas, indicó la jefa del Laboratorio de Patología Celular del Centro de Investigación Príncipe Felipe, Consuelo Guerri.

Según el estudio, las afectaciones son en zonas relacionadas con memoria y aprendizaje, aunque se considera que debido a esto también es posible que, además de tener problemas escolares verán afectada su conducta, ya que está comprobado que son jóvenes muy agresivos.

Sin embargo, los investigadores atribuyen también este fenómeno a la manera como el tipo de consumo mediterráneo, que considera un vaso de vino al día como algo saludable, se ha modificado, adoptando patrones de consumo occidentales, abusando del alcohol en un periodo corto de tiempo.