En México los accidentes carreteros dejan más muertos que la violencia ligada al narcotráfico, pero la mayoría puede tener una licencia de conducir sin necesidad de cursos o de presentar prueba alguna, incluso en la capital, una de las más pobladas y con más vehículos del mundo.

Los choques o pequeños golpes entre vehículos son habituales en las calles de Ciudad de México, con unos nueve millones de habitantes y unos 11 más en sus alrededores, y donde circulan a diario cuatro millones de vehículos por sus calles plagadas de baches o por sus vías rápidas de múltiples carriles.

"Es un desorden, es una anarquía. No hay respeto al reglamento. El automovilista aprende de una forma empírica y además maneja de manera agresiva que resulta en accidentes", dijo a la AFP Eugenio Muñoz, director de la escuela Panamericana de Manejo.

Según cifras de aseguradoras, unas 24.000 personas mueren anualmente en México en accidentes vehiculares, lo que equivaldría casi al doble de los muertos que, según recuentos de la prensa, dejó en un año la violencia ligada al tráfico de drogas.

La cifra de muertes podría ser incluso superior ya que, debido a la corrupción de agentes que acuden al lugar del accidente, muchos de los involucrados escapan, se ocultan hechos y más de la mitad de los conductores carecen de seguro.

Al igual que en otros países emergentes, en México el número de accidentes ha aumentado de la mano de las ventas de autos, alrededor de 15% de 2004 a 2008, de acuerdo con Cesvi, especializada en investigaciones del sector automotriz.

Y aunque en la capital se han conseguido avances gracias a campañas de seguridad vial, en la mayoría de los 32 estados que conforman México no es obligatorio realizar pruebas de manejo para obtener la licencia de conducir.

"La tendencia ahora es solamente recaudar fondos para el presupuesto del gobierno, pero se deja de lado esta parte de la prevención", comenta Miguel Guzmán, director de seguridad carretera de Cesvi.

Las autoridades de la capital cancelaron cualquier tipo de prueba desde hace varios años para evitar los casos de corrupción que solían darse en el trámite.

"Antes con 100 pesos (7,5 dólares) se podía comprar una licencia. Antes, aún los supervisores de afuera eran corruptos", dice Javier Muñoz Echeveste, gerente de accidentes en la compañía de seguros El Aguila.

Para tramitar una licencia de conducir basta con que una persona pague 626 pesos (47 dólares), muestre su credencial para votar (identificación oficial) y un comprobante de domicilio. Sólo se realiza una prueba de manejo si el solicitante tiene entre 15 y 17 años.

Las autoridades gastan en promedio 60 centavos de peso (menos de un centavo de dólar) por persona en seguridad vehicular y prevención, contra 600 pesos (unos 45 dólares) en otros países, según cifras de Cesvi.

No todos los conductores utilizan el cinturón de seguridad, pese a que lo exige el reglamento, y hablar por teléfono móvil mientras se conduce es habitual pese a que es duramente sancionado.

Sin embargo, en Ciudad de México ha dado grandes resultados la aplicación de pruebas de consumo de alcohol entre conductores, todas las noches de jueves a sábado, con lo que se ha conseguido reducir el índice de accidentes entre 28% y 30% en ocho años.

Muchos expertos consideran que aún es necesario que en todo el país se realicen pruebas de conducir ya que ello forma parte de los compromisos de México en el programa de la ONU "Década para la Seguridad Vial 2011-2020".

"México tiene que ponerse a la altura de otros países y Ciudad de México a la de otras ciudades, donde tienen que estudiar y capacitarse para obtener una licencia de manejo", dice Rocío Mejia, directora general de la organización para la seguridad vial Cenfes, que brinda capacitación a conductores de taxis y autobuses.

Francis Pirin, directora general de regulación del transporte de la alcaldía, trabaja junto con Cenfes en una propuesta para realizar pruebas obligatorias de conducir prácticas y escritas, así como exámenes médicos.

Pero Pirin advierte que tendrían que estar subsidiadas debido a que cerca de la mitad de la población de México vive en la pobreza.

"Imagina a un señor que tiene un vehículo que es su única forma de vida, imagina que ese señor ya no tenga la misma capacidad visual y que en ese momento le digamos 'tiene que ir a aplicarse un examen médico para que se compre unos lentes', sabes lo que vamos a causar. Eso también es una preocupación", comentó Pirin.