Tijuana, Baja Cfa.- La reforma a la Ley de Alcoholes, aprobada por el Congreso del Estado el año pasado, ha traído como consecuencia la proliferación de los llamados “aguajes”, en donde se vende alcohol sin permiso y a cualquier hora, así como la operación de casas-antro, en donde la autoridad municipal está limitada para actuar, por tratarse de propiedad privada.

Esto lo expresó el regidor Julio César Vázquez Castillo, presidente de la Comisión Reguladora de Alcoholes, quien consideró que se debe analizar la posibilidad de extender el horario, para evitar un efecto “rebote”.

“Es lo que se genera con la reforma, con la restricción de los horarios para la venta de bebidas alcohólicas es evidente que han resurgido los aguajes, porque después de las 12 de la noche los negocios que tienen permiso para vender bebidas en envase cerrado ya no pueden hacerlo”, explicó.

El edil reconoció que habrá personas que no estén de acuerdo con las horas extras para bares, cantinas y comercios, sin embargo el tema se puede salir de control.

Dijo que los bares deben cerrar hasta las tres de la mañana, máximo, pero hay personas que quieren continuar con la fiesta, lo que hace que prefieran rentar casas para convertirlas en antro y consumir alcohol sin ningún tipo de control.

“Yo lo estuve diciendo, por eso surgen las casas after-party, y para eso no hay ninguna legislación que pueda intervenir, porque una persona puede hacer en su casa una fiesta cada semana, y nadie te lo puede prohibir”, manifestó.

Un inspector municipal no puede entrar a verificar si realmente se está vendiendo bebida alcohólica, lo que hace difícil comprobar que se está cometiendo una infracción.

Vázquez Castillo dijo que además de vender alcohol, estas casas se vuelven un peligro ante la posibilidad de que también se distribuya droga y ocurran actos de prostitución, “ahí sí no regula nadie, por lo menos en los bares pueden entrar, pero en la propiedad privada se complica la situación”.