Durante la sesión de ese organismo colegiado, se voto favorablemente la adición del artículo 185 del Código Penal para la Ciudad de México, por lo que al que organice o realice eventos, reuniones o convivios al interior de inmuebles o casas particulares, con la finalidad de obtener una ganancia derivada de la venta y consumo de alcohol, drogas o estupefacientes, se le impondrás dichas sanciones.

El presidente de esa comisión, Julio César Moreno Rivera, señaló que con estas reformas los establecimientos mercantiles con giro de estacionamientos, lavado de autos, bodegas o domicilios particulares, no podrán ser utilizados o arrendados como salones de fiesta para la celebración de eventos o fiestas que requieran un pago para el acceso.

La propuesta fue presentada por la diputada perredista Lizbeth Eugenia Rosas Montero, quIen explicó que se reforma y adiciona la fracción III y un párrafo sexto al artículo 185, y reforma la fracción II del artículo 254 del Código Penal para el Distrito Federal.

En sus argumentos, la legisladora señaló que la propuesta se basa en que desde hace varios días ha sido publicado en varios periódicos de circulación nacional, sobre fiestas clandestinas en inmuebles privados. o mejor llamadas "perreos", en donde los asistentes son jóvenes menores de edad.

Sostuvo que entre las denuncias se informa que en esos lugares se les cobra la entrada y se vende alcohol, cerveza, "monas de thiner" e incluso drogas a manos llenas, situación que afecta directamente en la salud y el desarrollo armónico del menor.

Abundan irregularidades en las fiestas clandestinas

"Los organizadores de estas fiestas clandestinas las realizan en forma reiterada o permanente cada fin de semana cerca de instituciones educativas, o zonas de afluencia de jóvenes menores y regularmente en domicilios particulares con consentimiento del titular del inmueble, o en varios casos son los mismos titulares quienes las organizan en colaboración con otras personas", precisó la legisladora.

Detalló que las ganancias ilícitas se generan primeramente en el pago por el derecho de ingreso al menor de edad, y posteriormente en la venta excesiva de alcohol para su consumo en el interior del inmueble; a eso se le agrega que estas fiestas o eventos clandestinos a su vez sirven también para vender drogas, estupefacientes y solventes a los jóvenes menores que ingresan, dañando así su salud.

Por esa razón, Rosas Montero señaló que esas conductas se tipifican como "corrupción" en el Código Penal para el Distrito Federal, refiriéndose a la prostitución infantil, la droga, la ingestión habitual de bebidas alcohólicas y la pornografía como cuestiones fundamentales dentro de esta figura delictiva, con el fin de tutelar el normal desarrollo del menor."

"Se busca castigar con prisión de cinco a siete años y de quinientos a mil días multa, al que procure, facilite, organice o realice eventos o fiestas clandestinas al interior de inmuebles particulares y que tenga por objeto obtener un lucro económico a través del ofrecimiento, venta y consumo de alcohol, drogas, estupefacientes y solventes a menores de 18 años de edad o personas que no tengan la capacidad de comprender el significado del hecho, o de personas que no tienen capacidad de resistir la conducta", precisó.