Una de sus primeras iniciativas que su administración enviará al Congreso del Estado, será restringir y limitar el horario de apertura y cierre de todos los establecimientos donde se vendan bebidas alcohólicas sean supermercados, expendios, bares, cantinas, etcétera.

El cierre será a las dos de la mañana, estableciendo la modalidad de que se venda este tipo de bebidas los domingos en un horario limitado que será de las 10 de la mañana a la una de la tarde.

El nuevo gobierno estatal buscará de esa manera acabar con la venta clandestina y, particularmente, mantener un horario restringido como parte de las medidas que se establecerán para dar más seguridad a la comunidad.

Además de la restricción o limitación en el horario reglamentario de venta de cerveza, vinos y licores, la iniciativa de ley anunciada por Rubén Moreira, incluya sanciones económicas y carcelarias para aquellos que bajo el influjo del alcohol cometen delitos que hasta ahora se sancionan con el simple pago de una multa en efectivo.

Será una tarea de mucho trabajo, en especial por la permanente vigilancia que demanda este compromiso, ya que en la actualidad hay todo tipo de antros, bares, loncherías, etcétera, que cierran hasta las seis de la mañana contando con la protección e impunidad de los servidores públicos que están obligados a preservar el reglamento de apertura y cierre en la venta de toda clase de bebidas embriagantes.

Las empresas cerveceras se preparan para penetrar con mayor fuerza en el mercado de los "cheleros", mientras en contraparte, el nuevo gobierno estatal inicia su sexenio con una nueva reglamentación para combatir el abuso y excesiva venta de bebidas etílicas en consideración al elevado número de ilícitos que se cometen impulsados por el alcohol.

Estas medidas han puesto en luto a los vinateros coahuilenses, en particular a todas aquellas personas que durante años han hecho todo un negocio vendiendo cerveza y vino en su domicilio, acompañándolos en su dolor los jefes policiacos y patrulleros que es público y sabido brindan protección a estos vinateros, recibiendo por su disimulo buenas cantidad de dinero.

De acuerdo con estadísticas oficiales, el consumo promedio de cerveza es de 60 litros anuales por cada mexicano y para tener una ligera idea de lo que produce de dinero la venta de cerveza, es decir, lo que dejan los cheleros tradicionales tan sólo en el tercer trimestre del 2011 la venta global fue de seis mil 400 millones de dólares.

Será éste, un reto para la nueva administración estatal que tendrá que endurecer sus medidas para enfrentarse a los embates que con una serie de ideas buscarán promover más el consumo las empresas cerveceras que ya anuncian cerveza a sabor de chocolate, así como cerveza en envase de plástico y hasta una cerveza para jóvenes que les guste lo convencional y la fuerte promoción publicitaria.