Dónde quedó el seguro automotriz? Se dice que la cultura de prevención vial es costosa, pero la realidad es que la falta de ella está saliendo más costosa para los mexicanos, tengan o no un vehículo. Ahí le van algunos datos.

Los accidentes viales en México se han convertido en un problema de salud pública, al constituir actualmente la primera causa de muerte entre niños y jóvenes de entre cinco y 35 años de edad. Cifras que representan, por supuesto, un costo país cada vez más alto, ante la falta de una cultura de la prevención y reglas de fondo que puedan ayudar a mitigar y combatir dicho padecimiento.

Incluso, y de acuerdo con el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, en 2008 se registraron cuatro mil 939 fallecimientos por atropellamiento, cifra por demás alarmante. O cómo explicar que los siniestros viales reconstituyen al año un costo país equivalente a 120 mil millones de pesos, que representan 4% del PIB nacional.

Bernardo Baranda, director para México del Instituto de Políticas de Desarrollo y Transporte (ITPD), advierte que en el DF se registran más muertes por accidentes viales que por homicidio, ya que todos los días mueren 3.69 personas por esta causa, contra 1.73 asesinadas.

El INEGI, que encabeza Eduardo Sojo, reporta 442 mil 992 accidentes de vehículo de motor y diez mil 513 peatones lesionados por accidentes de tránsito, lo que equivale a un costo estimado de nueve mil millones de pesos.

El estimado de víctimas de heridos que requirieron hospitalización es de 750 mil 150 personas, y 20 millones cuatro mil que necesitaron atención médica, lo que englobó un costo aproximado de poco más de 46 mil millones de pesos. De ahí la pregunta. ¿Y el seguro obligatorio? El tema no se ha quitado de la mesa de análisis con autoridades, tanto del gobierno de Felipe Calderón como con los de los estados de la República y el DF, sin llegar a un acuerdo.

Aunque el gremio asegurador, bajo la presidencia de Fernando Solís Soberón, va con todo para reforzar el tema, impulsando una cultura de prevención. No es para menos si consideramos que, del parque vehicular nacional, que suma 29 millones 114 mil 72 unidades (entre camiones, automóviles, camionetas para carga, motocicletas y camiones de pasajeros), sólo 43% están asegurados.

De ahí la urgencia para que se implementen políticas públicas y coadyuvar a proteger no sólo al automovilista y sus bienes, sino a los terceros que resulten afectados, ya que un alto número de conductores no cuenta con un seguro que garantice esta cobertura.

Es un hecho que todos los mexicanos, con o sin vehículos, choquen o no, están pagando el costo de la falta de políticas de fondo. No debe olvidarse que, al no existir un instrumento que avale la reparación de los daños, se genera una compleja actividad jurídico-administrativa (que anualmente cuesta ocho mil millones de pesos), y que definitivamente pega directamente a la economía.