Destacó que hoy en día, los “experimentadores” son grupos conformados por niños y adolescentes de entre diez y catorce años de edad, quienes son seguidos por jóvenes de entre quince y diecinueve años; siendo por ello necesario intensificar los programas de ayuda a menores de edad y jóvenes que enfrentan problemas de adicción ya sea al cigarrillo, la bebida alcohólica o algún tipo de droga.

Lamentó el hecho de que en los tiempos actuales, las drogas de mayor consumo entre la población mundial como son el crack y la heroína, estén cada vez más al alcance de los infantes y adolescentes, pues lo cierto es que los estupefacientes son fácilmente introducidos a nuestra localidad y por lo tanto, la distribución entre las masas de consumidores se torna mucho más accesible.

Puntualizó que por lo menos, el setenta por ciento de los pacientes que hoy en día son atendidos en el CIJ de esta localidad, son jóvenes estudiantes que fueron canalizados por las directivas de los mismos planteles donde cursan sus estudios, esto luego de que sus superiores detectaron entre ellos el consumo de tabaco, bebidas embriagantes y drogas durante los horarios de clase o receso.

Consideró que los padres y tutores de estos jóvenes que a una temprana edad comienzan a padecer problemas de adicción, juegan un papel fundamental en el proceso de rehabilitación en el que estén involucrados.