Ciudad de México (31 octubre 2011).- Los gobiernos estatales en todo el País deberán hacer un importante esfuerzo por fomentar la profesionalización y adiestramiento de los operadores de los distintos servicios públicos de transporte, tanto de carga como de pasaje, si es que quieren reducir los actuales niveles de siniestralidad.

De acuerdo con Miguel Guzmán, subdirector de Seguridad Vial del Centro de Experimentación y Seguridad Vial México (CESVI), existe una relación directa entre exceso de velocidad y accidentes de este tipo de unidades, en especial los llamados microbuses, así como de los taxis en las diversas ciudades del País.

El CESVI, que ofrece cursos de seguridad en el manejo, asegura que ir a una velocidad excesiva aumenta el riesgo de accidentes y de lesiones graves; se reduce el campo visual; se incrementa la distancia de frenado; hay menor tiempo de maniobra ante un peligro, y existe mayor posibilidad de perder el control del vehículo al frenar o esquivar, además de que en una curva, la fuerza centrifuga empuja el vehículo hacia afuera.

De acuerdo con Guzmán, aumentar en un kilómetro por hora la velocidad promedio de una vía, sube el riesgo de lesiones en 5 por ciento y en 7 por ciento el de los accidentes fatales.

Un choque a 120 km por hora, dijo Guzmán, equivale a una caída vertical de 54 metros.

En México, a nivel federal existe el objetivo de reducir los accidentes en el País y de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, de 2011 a 2020 hay la meta de reducir en 50 por ciento el número de muertes y discapacidad por accidentes.