Ciudad de México.- Ingerir bebidas energizantes con alcohol puede ser mortal, advirtió el investigador del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana (UIA), José Monroy, quien explicó que las bebidas estimulantes del sistema nervioso central contienen cafeína que se elimina del cuerpo después de dos o cuatro horas, aproximadamente, en contraste con el alcohol, que dura más tiempo alojado en el organismo, dependiendo de la dosis.

"Cuando pasa el efecto de la cafeína, la concentración de alcohol es la misma, se haya tomado o no la bebida energetizante, lo que provoca arritmias, vómito, deshidratación, pérdida de la conciencia, e incluso infartos", alertó.

El especialista de la Ibero apoyó la medida que tomó la Comisión de Salud del Senado de la República al prohibir la venta de esta mezcla en establecimientos.

La comisión acertó al prohibir la venta de bebidas energizantes mezcladas con alcohol, apuntó el académico de la maestría en nutriología aplicada de la Universidad Iberoamericana, y dijo que esta medida salvará la vida de muchos jóvenes.

La minuta estipula que las etiquetas, empaques y publicidad deberán cumplir con especificaciones jurídicas y los establecimientos no deberán vender la mezcla, ya que provoca trastornos como arritmia cardiaca y deshidratación, entre otros.

El doctor Monroy subrayó que aunque su consumo no se pueda controlar ciento por ciento, la información sobre los perjuicios de ingerir bebidas estimulantes mezcladas con depresoras del sistema nervioso central, debe llegar principalmente a los jóvenes, porque son ellos quienes las consumen con mayor frecuencia, en fiestas, "noches de copas" o antros, para mantenerse despiertos y retardar la aparición de la fatiga que produce el alcohol, comentó.

Estas bebidas, independientemente de su marca, se popularizaron en los años ochenta y noventa entre los deportistas para incrementar la resistencia física, y entre los estudiantes para retardar el sueño. Si se toman con moderación y se evita la interacción con bebidas depresoras, eliminan sustancias nocivas del cuerpo, apuntó Monroy.

Sin embargo, el investigador de la Ibero afirmó que las personas sensibles a la cafeína son intolerantes a estas bebidas, lo que les genera reacciones secundarias como ansiedad, temor y nerviosismo. Comentó que la cafeína como tal es un polvo blanco, fácilmente pulverizable y gracias a las técnicas químicas avanzadas, ahora es soluble, pero su interacción con bebidas depresoras es un peligro para la salud.