Monterrey, NL. En 70 por ciento de los accidentes automovilístico en la entidad está implicado el alcohol y también se le relaciona con actos delictivos y suicidios, reveló una investigación de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

La máxima casa de estudios de la entidad detalló que el estudio se dirigió a mil 245 adolescentes en edades comprendidas entre los 12 y los 17 años, en dos escuelas secundarias y dos preparatorias de la zona metropolitana.

Los hallazgos, expresó, apuntan que en los contextos educativos el joven se va alejando cada vez más del estudio para dedicar mayor tiempo al consumo de bebidas alcohólicas.

Puntualizó que “las cifras generales son desalentadoras: en 70 por ciento de accidentes automovilísticos en Nuevo León está implicado el alcohol; esta sustancia se relaciona además con riñas, involucramiento en actos delictivos y suicidio”.

Ante esta realidad, dijo, los investigadores estiman la urgencia de prevenir el consumo abusivo en los más jóvenes.

Refirió que en los contextos culturales latinoamericanos está muy arraigado el consumo de alcohol y muchas veces está asociado al ocio compartido en festividades cívicas, religiosas, familiares o entre amigos.

En el caso de los adolescentes y jóvenes, es alarmante el incremento en el consumo, y los especialistas advirtieron la necesidad de supervisión de los padres: saber con quienes se juntan sus hijos y qué cantidades consumen, dijo.

La investigadora de la Facultad de Psicología de la UANL, María Elena Villarreal González, comentó que “encontramos que los padres de familia, de alguna manera, son precursores o permisivos hacia el consumo de alcohol”.

Expuso que “no se tiende a ver como un factor de riesgo para los jóvenes y nos ha inquietado, dentro de las instituciones educativas, comprender por qué nuestros adolescentes cada vez se involucran más en el consumo de sustancias”.

Urge que “se establezcan políticas públicas relacionadas con la producción y distribución de las bebidas alcohólicas, la prohibición efectiva de su venta a menores de edad y la supervisión por parte de la familia y los gobiernos”, subrayó.

La especialista afirmó que muchos padres, hasta cierto punto, son permisivos hacia el consumo, porque también son consumidores pero, sin una percepción real de los riesgos que el consumo no moderado provoca.

“A los padres de familia también hay que enseñarles cómo debe de ser un consumo moderado”, precisó.