Estas bebidas falsificadas, de acuerdo a los expertos, contienen metanol, ácido nítrico o sulfúrico, formol y piedra alumbre, que afectan el cerebro, por ello se busca disminuir su falsificación y adulteración.

Y bueno, la zona sur del estado no escapa a ello dado que se han suscitado, no uno, ni 10 ni 20, sino decenas de casos relacionados con el consumo de bebidas adulteradas, tal y como se dice que ha venido ocurriendo en el salón--bar “El Bohemio”, de Ahuacatlán.

El contrabando, la piratería, la adulteración y alteración de alcohol—cita la fuente-- son delitos que acarrean una competencia desleal y desalientan la inversión. Al reducir costos de fabricación, también afectan el régimen fiscal, ya que operan clandestinamente.

Por otro lado—añaden-- al invadir el mercado con productos más baratos obligan al cierre de empresas legalmente constituidas por incosteables y además fomentan las actividades mencionadas.

En la región sur del estado, ese tipo de bebidas adulteradas se venden de manera impune en cantidades industriales, por lo que deja enormes ganancias tanto a productores como a distribuidores.

Es toda una industria, las redes organizadas, dedicadas al reciclaje de botellas vacías, falsificación de hologramas y de sellos con autenticidad, cuentan con toda una infraestructura; hay listas que vienen de la Secretaría de Hacienda y empresas que se dan de alta como productores y exportadores y luego desaparecen.

Finalmente, se puntualiza que a pesar de que está tipificada como delito contra la salud la producción de sustancias psicotrópicas, estupefacientes, tráfico de órganos, adulteración de bebidas alcohólicas, las leyes han sido rebasadas por el mercado negro, por lo que es necesario incrementar las sanciones. w