La especialista en Psiquiatría y tratamiento de Adicciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco dijo que los efectos de dicho síndrome pueden llegar a comprometer la vida del paciente.

Señaló que los síntomas aparecen con tan sólo disminuir la cantidad de alcohol que habitualmente consume la persona, y no se diga si la abstinencia a la sustancia es total.

González Herrera destacó que los principales síntomas de la abstinencia alcohólica en el aspecto físico son cambios en el ritmo cardíaco, sudoración, temblores, disminución del apetito, dolor de cabeza, entre otros.

En cuanto al aspecto neurológico, dijo, el paciente puede presentar alteraciones en la memoria y en la concentración, crisis convulsivas.

En el ámbito de la salud mental puede cursar con depresión, irritabilidad, ansiedad e incluso desarrollar delirium tremens, entre cuyos datos característicos se incluyen las alucinaciones.

“Estas alucinaciones, aunadas a un cuadro de desesperación e impulsividad ante la falta de consumo del alcohol en personas adictas pueden llevarlos a atentar contra su propia vida”, advirtió.

Asimismo, resaltó que la vida del paciente puede verse comprometida ante una deshidratación severa que la “cruda” le produzca o bien puede ser afectado por paros cardiorespiratorios.

Agregó que el síndrome de abstinencia por alcohol puede presentarse de 24 a 72 horas después de haber consumido por última vez la sustancia.

González Herrera indicó que el manejo médico del paciente únicamente para aliviar los síntomas que se derivan de una intoxicación puede tomar alrededor de una semana.

Antes de que el paciente decida iniciar algún programa o tratamiento para rehabilitarse de su adicción al alcohol, es necesario que sea estabilizado de los síntomas que el síndrome de abstinencia le produce.

González Herrera estimó que en el Centro Comunitario de Salud Mental (CCSM) del IMSS Jalisco a diario se atienden entre dos y tres pacientes por Síndrome de Abstinencia, derivado del consumo de alguna sustancia adictiva.