El secretario de Salud del Distrito Federal, Armando Ahued, advirtió la necesidad de esta campaña, toda vez que respecto al uso de las drogas hay mucha confusión, pues los jóvenes tienen la idea de que la mariguana es menos dañina que el tabaco, cuando en realidad, ese estupefaciente es 300 veces más dañino y sobre todo, adictivo.

Agregó que las personas que ya fuman tabaco y toman alcohol tienen siete veces más riesgo de caer en el consumo de drogas ilegales, lo cual pone en alerta a las autoridades del Distrito Federal.

Destacó que el 60 por ciento de los estudiantes de secundaria toma tres veces a la semana y que las personas que empiezan a fumar a los 11 años, cuando llegan a los 25 o 30 ya tienen un problema serio, pues tienen los pulmones prácticamente hechos "despedazos".

Según la Encuesta Nacional de Adicciones, actualmente las mujeres consumen alcohol y tabaco a la par que los hombres, siendo que antes de cada siete hombres solamente lo hacía una mujer y los mayores consumos se dan entre personas de clases altas.

Y como la única manera de prevenir las adicciones y el consumo de drogas es la educación, indicó que ya se alista esta gran campaña que estará en el Metro, el Metrobús, medios de comunicación y espectaculares, donde por ejemplo se dirá qué es la cocaína y qué efectos tiene.

En el Distrito Federal existen 32 clínicas para atender adicciones y dos especializadas en problemas toxicológicos.

De acuerdo al Programa Institucional para la Atención Integral de Consumo de Sustancias Psicoactivas del Distrito Federal, se tiene previsto trabajar especialmente para disminuir el uso de sustancias ilegales, principalmente entre la población de 15 a 29 años, ya que constituye un grupo vulnerable desde el punto de vista de las adicciones y es precisamente en ellos donde se pueden focalizar las acciones que contribuyan a bajar los riesgos que conllevan al uso de sustancias y drogas ilegales.

Asimismo, dicho grupo poblacional está en muchas ocasiones desinformado acerca de los daños a la salud que ocasiona el consumo de sustancias psicoactivas, además de que recibe mensajes constantemente que exaltan la violencia, como forma de vida, lo que contribuye a exarcerbar su inclinación al consumo de drogas.

Finalmente, se ha detectado que el problema afecta principalmente a la población joven y con mayor potencial productivo, con efectos que impactan directamente a la seguridad y al desarrollo social.