Alimentos, medicinas y todas las operaciones comerciales que se realicen dentro del país serán gravadas con una tasa de dos por ciento, medida fiscal que forma parte de la iniciativa del paquete económico para 2010 del Ejecutivo federal, que presentó ayer ante el Congreso.

El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Agustín Carstens, informó que este nuevo impuesto será para el Combate a la Pobreza y gravará toda la cadena productiva, incluyendo alimentos y medicinas que estaban exentos de cualquier tributo.

Este nuevo impuesto gravará sobre una base de efectivo con una tasa de dos por ciento a los ingresos derivados de la realización ventas, aplicándose en todas las etapas de la producción de manera no acumulativa, dijo en conferencia.

El funcionario precisó que por este gravamen pretende captar 70 mil millones de pesos,recursos que servirán para reforzar el combate a la pobreza que en México hay más de 14 millones de personas en esa situación.

De ese monto también se destinará 21 mil millones de pesos a las entidades federativas, que en lo que va del año cayeron sus recursos federales más de 20 por ciento.

El titular de la dependencia, Agustín Carstens, rechazó que este impuesto sea un Impuesto al Valor Agregado (IVA) disfrazado, pues aunque toma como base todas las operaciones de consumo que hay en el país, tiene una ley, plataforma y tasa distinta.

Esta contribución es un impuesto completamente diferente, está en una Ley diferente, tiene una base diferente, tiene una tasa diferente, por lo tanto es un impuesto diferente al IVA, destacó.

Carstens Carstens dijo que para cumplir con sus programas sociales y el gasto público del gobierno federal, la reforma fiscal propuesta ayudará con una entrada de 175 mil 700

millones de pesos, que se componen 155 mil 300 millones de pesos de imposiciones tributarias y 20 mil millones de pesos de eficiencias que se lograrán en la administración fiscal.

El funcionario propuso ajustar el Impuesto Sobre la Renta (ISR). Su tasa pasaría de 28 a 30 por ciento, para que en 2013 y 2014 tengan una reducción gradual de un punto cada año.

Es pertinente destacar que esta propuesta mantiene sin cambios la tarifa del ISR vigente para ingresos equivalentes a cuatro salarios mínimos, lo que protege a 60 por ciento de los

asalariados del país.

A su vez propone incrementar el Impuesto a Depósitos en Efectivo (IDE) de una tasa de dos a tres por ciento y bajar el monto gravable de 25 mil a 15 mil pesos.

En el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) se propone eliminar la posibilidad de aplicar el crédito por exceso de deducciones sobre ingresos contra el ISR, ya que para la

SHCP se han observado prácticas abusivas no relacionadas con la inversión aprovechando dicha opción.

El Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) también sufrirá un impacto. Por la venta de cerveza sugiere colocar una tasa de 28 por ciento a este producto de 2010 hasta

2012; y reducirla a 27 por ciento en 2013 y 25 por ciento en 2014.

Los tabacos tampoco se salvaron, la propuesta del Ejecutivo federal consiste en incorporar una cuota específica de 80 centavos por cajetilla de 20 cigarros e incrementarla en un

transcurso de cuatro años para ubicarse en dos pesos por cajetilla de dicho número de cigarrillos; y el resto de los cigarros estarían sujetos a la cuota equivalente por gramo.

En juegos y sorteos se pretende incrementar la tasa del IEPS, que grava a este producto, de 20 a 30 por ciento,; y las bebidas alcohólicas sugiere establecer una cuota específica de

tres pesos por litro a las bebidas con graduación alcohólica de más de 20 grados.

También busca establecer un impuesto de cuatro por ciento a los servicios que se prestan a una red pública de telecomunicaciones, incluyendo el servicio por internet, exentado a la telefonía pública y rural.

Esta disposición hace más progresiva la estructura tributaria, ya que la mitad del gasto en telecomunicaciones lo realiza 20 por ciento de los hogares más ricos y como se exenta los

servicios de telefonía pública y rural, no se afecta a los deciles de menores ingresos, justificó el secretario.

Carstens Carstens comentó que todas estas medidas se complementan con las administrativas que seguirán aumentado la eficiencia recaudatoria, además de que pondrá mayores esfuerzos en que el SAT recupere 468 mil millones de pesos, monto del cual el 45

por ciento se encuentra en litigio.

Datos de la SHCP indican que hasta el segundo trimestre del año por el IEPS tuvo una caída en sus ingresos de 11.3 por ciento, por la disminución de las ventas en tabacos y bebidas

alcohólicas.

Sí es un impuesto que está inspirado por el deseo del señor Presidente de contar con recursos confiables, que no estén sujetos a las variaciones tan drásticas que hemos observado en el precio del petróleo y en otros ingresos, para darle continuidad al combate a la pobreza.

Reconoció que este impuesto es una urgencia y es una contribución que no va a afectar a los pobres, porque precisamente se va a destinar para mejorar su situación.

Es un impuesto, que tiene por objeto financiar una ampliación muy importante al Programa de Oportunidades, muy en particular ampliar este programa que ha sido altamente calificado en zonas urbanas, y también compensar mejor el aumento en el precio

de los alimentos, explicó Carstens.