Movilidad en bicicleta y consumo de alcohol

Se habla mucho de las ventajas que tiene la movilidad en bicicleta, entre las que destacan los beneficios a la salud, la sostenibilidad ambiental y la reducción del tránsito. La versatilidad, accesibilidad y limpieza de este vehículo son los motivos para que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) haya reconocido el 03 de junio como el Día Mundial de la Bicicleta, como una forma de impulsar su uso alrededor del mundo. Desde los gobiernos se han realizado numerosas acciones para promover el uso de esta opción para la movilidad urbana, tales como la construcción de carriles especiales o ciclovías. En términos generales es una buena idea optar por transportarse de este modo siempre que sea posible, pero ¿qué tanto sabemos sobre del vínculo que puede tener con el consumo de alcohol?

Los accidentes de tránsito relacionados con el alcohol son una problemática de salud pública sobre la que se ha intervenido de manera muy activa desde hace varias décadas a través de programas educativos, campañas masivas de seguridad vial y operativos de alcoholimetría, teniendo como foco principal los vehículos de motor.

De acuerdo con datos de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), para el año 2021 se registraron 638,352 incidentes de tránsito para cualquier tipo de vehículo, de los cuales 32,268 estuvieron relacionados con el alcohol (5%). Para el caso de las bicicletas, se registraron 4543 incidentes y en 184 se confirmó el consumo de alcohol (4%). Los datos del “Reporte sobre la Situación de la Seguridad Vial México 2021” muestran que existe una tendencia a la reducción de incidentes fatales entre ciclistas, pues en comparación con 2015, las defunciones de este grupo se redujeron en un 36.6% para el año 2020.

Los factores que con mayor frecuencia contribuyen a los choques en bicicleta son las condiciones generales del entorno vial (p. ej. Densidad del tránsito o de peatones, iluminación y estado general de calles, clima), la infraestructura disponible para ciclistas y el comportamiento al volante de conductores en general (p. ej. Ceder el paso, velocidad, etc.). Diversos estudios realizados en países con altas tasas de uso de bicicleta (p. ej. China, Estados Unidos, Filipinas o Países Bajos) señalan con claridad que el riesgo de verse involucrado en un incidente de tránsito incrementa cuando las personas se encuentran bajo los efectos del alcohol además de que las personas que conducen intoxicadas suelen tener mayor probabilidad de sufrir lesiones en la cabeza en comparación con conductores sobrios.

Las personas que conducen una bicicleta, junto con peatones o motociclistas, son considerados usuarios vulnerables en el tránsito, ya que carecen de estructuras rígidas que los protejan en caso de una colisión. Es por ello que las personas que decidan optar por la bicicleta deben ser precavidas al volante y tomar medidas básicas de seguridad, como el correcto uso de un casco y que éste sea el adecuado.

Desde el año 2022, en México entró en vigor la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, la cual reconoce legalmente a las bicicletas como vehículos no motorizados, y las ubica en la punta de la jerarquía de tránsito, solo por debajo de los peatones. Esta Ley también indica en su artículo 49 que los Estados y Municipios deberán “realizar pruebas de alcoholemia de manera permanente con el objetivo de evitar la conducción de cualquier tipo de vehículos bajo el efecto del alcohol”, lo que permite notar que incluso los ciclistas están sujetos a esta regulación.

Debido a todo lo anterior, resulta esencial promover la educación y concientización sobre los riesgos de combinar el consumo de alcohol con el uso de la bicicleta. A pesar de las ventajas significativas que ofrece como medio de transporte, es fundamental no pasar por alto los peligros que conlleva.

La seguridad vial es responsabilidad de todos y es crucial recordar que la bicicleta, al igual que cualquier otro vehículo, requiere de un uso responsable y consciente. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar para lograr una movilidad urbana más segura y sostenible. De esta manera, podemos disfrutar de los múltiples beneficios de la bicicleta, protegiendo al mismo tiempo nuestra salud y bienestar.

Autor:

Esteban Nolla Hernández

Coordinador de Ciencias y Estrategias Preventivas en FISAC -Fundación deInvestigaciones Sociales, A. C. –

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  2. de Roulet, A., Torres, O. F., Torices-Dardon, A., Zimmerman, E., Khariton, K., & Saldinger, P. (2022). Bicyclists injured by automobiles: helmet use and the burden of injury. Trauma surgery & acute care open, 7(1), e000875. https://doi.org/10.1136/tsaco-2021-000875
  3. (2023). Accidentes de tránsito terrestre en zonas urbanas y suburbanas 2021. Consultado en: https://www.inegi.org.mx/sistemas/olap/consulta/general_ver4/MDXQueryDatos.asp?proy=atus_accidentes
  4. Informe sobre la situación de la seguridad vial, México 2021. Secretaría de Salud/STCONAPRA. México, Ciudad de México, 2023.
  5. Moses Büth, C., Barbour, N., & Abdel-Aty, M. (2023). Effectiveness of bicycle helmets and injury prevention: a systematic review of meta-analyses. Scientific reports13(1), 8540. https://doi.org/10.1038/s41598-023-35728-x
  6. Organización de las Naciones Unidas. (2023). Día Mundial de la Bicicleta 03 de Junio. Consultado el 30 de Mayo de 2023. Disponible en: https://www.un.org/es/observances/bicycle-day
  7. Salmon, M. P., Naughton, M., Hulme, A. & McLean, S. (2022). Bicycle crash contributory factors: A systematic review. Safety Science, 145 (1). https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0925753521003544

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