Abuso de alcohol y alcoholismo
ESPAÑA
Alcoholismo
Aunque el alcohol
ha sido consumido durante toda la historia, en la cultura contemporánea el consumo social o recreativo de
alcohol es cada vez más una realidad constitutiva e incluso, constituyente de la vida.
Y con el aumento del consumo surge una realidad compleja: mientras algunos consumen alcohol muy pocas veces en toda su vida, bastantes llegarán a ser consumidores de alcohol en contextos sociales o recreativos concretos, cada vez más hay otros que llegarán a abusar del consumo y, crecientemente, muchos de éstos, pueden incluso llegar a desarrollarar una
adicción al alcohol.
Abuso de Alcohol.
En este contexto sociocultural, es importante llegar a distinguir entre consumo de alcohol y
abuso de alcohol
, y entender que, aunque el abuso esta relacionado con la dependencia, no significa lo mismo. Normalmente, al hablar de abuso nos referimos a un consumo de
alcohol que tiene efectos perjudiciales para el consumidor. También es necesario considerar que la condición jurídica del alcohol (el hecho de que su consumo sea legal) no es necesariamente un indicador fiable de su potencial daño, y que el
abuso alcohol no puede definirse sólo teniendo en cuenta la aprobación o desaprobación social que dicho consumo produce. Por ejemplo, puede no estar bien visto socialmente que un grupo de adolescentes se tome un par de cervezas durante un partido, sin embargo, está mucho más cerca del abuso aquel empresario que necesita tomar dos martinis durante la comida y varios más en casa por la noche, aunque este último comportamiento se pueda considerar socialmente como normal.
Por las propiedades bioquímicas del alcohol
y por ser un lubricante social extendido, el consumo de esta sustancia puede derivar fácilmente en
abuso para alguien que experimente dificultades emocionales y sociales. Esto no significa necesariamente que la persona sea dependiente del
alcohol. Podría tratarse de un abuso de alcohol limitado en el tiempo y que puede desaparecer o no cuando esas dificultades se superan. El
abuso de
alcohol, por ejemplo, se puede dar durante la fase de integración social en la adolescencia, o como un medio para atravesar los difíciles desafíos que a menudo significa crecer. Ejemplos de esto se ven a menudo en los campus o centros de estudios, donde las maneras de beber de los estudiantes podrían ser consideradas como
alcoholismo y sin embargo una vez que los estudiantes abandonan dicha etapa de sus vidas, muchos de ellos pueden
dejar de consumir alcohol totalmente o reducir su consumo de
alcohol considerablemente y sin ninguna dificultad. Sin embargo, otros tanto, pueden incrementar su consumo y llegar a ser personas alcohólicas.
Así entonces, se puede afirmar que en general los bebedores que tienen un diagnóstico de únicamente
abuso
alcohol
, pueden ser ayudados con una intervención corta, que normalmente implica la educación sobre los peligros de las borracheras y de las intoxicaciones por
alcohol, mientras que los bebedores que han desarrollado
dependencia del alcohol
requieren generalmente ayuda externa para dejar
de beber, que incluye desintoxicación
, tratamiento
médico y psicoterapia.
El
abuso de alcohol,
por tanto, es diferente de la dependencia de alcohol
. Al no ser adictos
, los que abusan del alcohol
mantienen el control sobre su comportamiento y pueden cambiar su forma de beber como consecuencia de explicaciones y advertencias. Sin embargo, aunque los que abusan del consumo de
alcohol no necesariamente dependen físicamente del
alcohol, su abuso conlleva problemas como la incapacidad para entender los riesgos, o la ausencia de interés en los daños que el abuso de
alcohol puede causar al consumidor o a otros. Por otro lado, el problema reside en que el
abuso de alcohol
conduce frecuentemente a la dependencia del alcohol
.
En definitiva, el abuso de alcohol
puede definirse como un consumo inadecuado (improcedente) de alcohol que conlleva un deterioro o daño para la salud, y que se manifiesta, si durante un periodo de un año se dan uno o varios de los siguientes factores:
Beber en situaciones peligrosas (por ejemplo cuando se conduce o va a conducir).
Beber frecuente y excesivamente.
Tener dificultades interpersonales, con la familia, los amigos o los compañeros de trabajo por causa del alcohol.
Tener problemas legales relacionados con la ingesta de
alcohol.
El abuso de alcohol se da, por tanto, cuando se continua bebiendo en grandes cantidades a pesar de que este consumo de alcohol haya causado algún perjuicio, o esté causando daño o problemas al consumidor, su familia o su entorno. Entre los daños que el
abuso de alcohol
causa, están:
Cirrosis
u otras patologías relacionadas con el consumo de alcohol, como daños en el pancreas, cáncer, problemas de corazón o problemas sexuales. En general, cuanto más se bebe, más grande es el riesgo.
Borracheras frecuentes. Estas pueden causar ausencias del trabajo, o un comportamiento “antisocial” cuando se bebe. Y aquí hay que señalar que no todos los que tienen problemas con el
consumo de alcohol
llegan a emborracharse. Mucha gente que tiene problemas de salud asociados al
abuso de alcohol, como cirrosis, bebe cantidades pequeñas de
alcohol
frecuentemente, pero no se emborracha.
Gastar más dinero del que se puede en alcohol.
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