Saber del mundo

Última actualización [18/07/2004]



Por el ADN de las uvas se puede ya detectar el fraude del vino




PAUL CARREL
REUTERS

Mientras el sector del vino francés se recupera de los daños causados por un escándalo de añadas falsas de grandes burdeos, los científicos afirman haber desarrollado una prueba de codificación del ADN mediante la cual se consigue averiguar si un caldo de calidad contiene lo que se supone que debe tener o si ha sido adulterado con vino barato. Analizando el ADN de las uvas utilizadas para producir el vino en Francia, los científicos del Instituto Nacional de Investigación Agronómica (INRA) explican que es posible recrear la imagen genética de un vino.

"Existen cerca de 45 castas de uva diferentes en Francia, y en la actualidad es posible identificarlas todas", decía Patrice This, científico del INRA. [Nota de la Redacción: Son muchas más, claro está. This debe referirse a las más frecuentemente empleadas para la vinificación]. "Para un burdeos se utilizan principalmente uvas de las variedades merlot, cabernet sauvignon y cabernet franc. Deberíamos poder averiguar si un vino contiene un tipo de uva distinto".


Dicha codificación podría haber evitado el fraude descubierto este año en el que un comerciante de vino se aprovechaba de los beneficios que le producía la mezcla de vinos de baja calidad con los renombrados caldos de la región de Burdeos, que después vendía como verdaderos burdeos. Jacques Hemmer fue condenado a 18 meses de prisión el pasado mayo y deberá pagar por las multas un total de un millón de euros. El asunto resultó bastante embarazoso para Burdeos, el área de producción vitivinícola con los mejores vinos del mundo, cuyos cimientos estribaban en su intachable reputación.


Con esta prueba, los científicos del INRA afirman poder analizar vinos producidos a partir de un solo tipo de uva o de la mezcla de dos. Confían en poder realizar pronto este control con ensamblajes hechos con tres o más castas, como sucede a veces en Burdeos.


This está trabajando con varios agentes antifraude en el desarrollo de estas pruebas, que hasta el momento sólo son fiables con productos no purificados y almacenados en cubas, de modo que puedan utilizarse para analizar vinos embotellados. Un estudio tan perfeccionado como éste podría tardar dos o tres años, según This, y podría utilizarse por parte de los comerciantes franceses como sello de calidad de sus productos en su incesante batalla por defender su cuota de mercado ante los competitivos vinos del Nuevo Mundo.


Países como Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Sudáfrica suponen una creciente amenaza para los mercados exportadores de la industria vitivinícola francesa. Las regulaciones de tales vinos no suelen ser tan estrictas como en Francia. Si los vinos franceses pasaran por la criba del ADN, los productores podrían ofrecer una verdadera garantía de calidad.


"Esto permitirá que los productores aseguren a sus compradores que sus vinos han superado una prueba extra y que un caldo concreto está producido, por ejemplo, exclusivamente con cabernet sauvignon", explica This.


La prueba de ADN tiene, no obstante ciertas restricciones. Los científicos del INRA no pueden asegurar cuándo fue producido un vino concreto o en qué región. Aunque sí pueden asegurar las castas empleadas en el ensamblaje, no son capaces de definir sus proporciones.


Para muchos, la prueba definitiva de la calidad de un vino es su cata, pero el análisis del ADN constituye un paso de gigante en la verificación de lo que un vino se supone que es, característica que en la actualidad sólo es determinada mediante la inspección de las existencias de vino de cada productor.


"La importancia de esta novedad reside en su credibilidad", son palabras de Marie Taillarb, portavoz de la agencia francesa de competencia, consumo y fraude, que llevó a cabo cerca de 26.000 inspecciones por toda Francia en su batalla por desenmascarar el fraude vitivinícola el pasado año. "Estos análisis aportarán a nuestros productos la fiabilidad exigida por cualquier profesional", concluye Taillarb.

Fuente: http://elmundovino.elmundo.es/elmundovino/noticia.html?vi_seccion=4&vs_fecha=200208&vs_noticia=1030044162