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Última actualización [15/03/2004]



Vino y salud




Las propiedades curativas del vino han sido conocidas desde los antepasados, hoy en día los estudios se han incrementado y han servido para corroborar algunas de las propiedades dadas a conocer hace miles de años.

Desde dietéticas hasta terapéuticas, las propiedades del vino son reconocidas actualmente por la ciencia moderna. Pero es evidente que estas propiedades se expresan mejor cuando la calidad del producto es excelente.

Entre las principales propiedades del vino se encuentran:

Valor nutricional

Por su valor nutritivo, el vino es considerado un alimento completo.

El valor nutritivo es en efecto una sustancia alimentaria que aporta al organismo unos elementos perfectamente asimilables.

El vino es una fuente de energía fácil de asimilar. El vino está relacionado con la longevidad, pues contiene vitaminas como la A, C y varias del complejo B como: biotina, colina, incositol, ciancobalamina, ácido fólico, ácido nicotínico, pridoxina y tiamina entre otros.

También contiene pequeñas cantidades de hierro, por lo que se debe ingerir vinos generosos en caso de anemia.

Sirve como tónico

La tonicidad del vino tiene su origen principalmente en los taninos. Mientras más ricos en taninos más tónico será el vino.

Esta tonicidad se manifiesta no solamente en niveles físicos, sino también psíquicos. El vino es un medio natural de recuperación si es tomado después de un esfuerzo físico.

El vino tinto, sobre todo si es viejo, es particularmente indicado en períodos de convalecencia, o en el transcurso de enfermedades infecciosas.

Equilibrante nervioso

El vino es un remedio terapéutico en la ansiedad y la tensión emocional, por ello diversos expertos afirman que "el vino mantiene en un justo equilibrio la mente y los sentimientos".

El vino desarrolla en efecto propiedades euforizantes particularmente beneficiosas para la depresión. Por ello es muy recomendado para controlar las anomalías alimenticias. Por ello según expertos al ingerir una o dos copas al día ayudan a nivelar el hambre.

Diurético

El vino, particularmente el vino blanco es diurético. Los vinos blancos ácidos y también los cavas son ricos en tartratos y en sulfatos de potasio que actúan como benéfico sobre los riñones, asegurando así una mejor eliminación de toxinas.

Remineralizante

El vino contiene una fuerte concentración de sales minerales que son perfectamente asimilables. Entre ellas, se deben citar sobre todo el calcio, potasio, magnesio, silicio y también zinc, flúor, cobre, manganeso, cromo y el anión mineral sulfúrico.

fuente: www.lavina.com.mx/salud/vinosalu1.html