Saber del mundo

Última actualización [19/02/2004]



Tierras Azules del Tequila




Margarita de Orellana.

Tequila es una palabra con múltiples resonancias, fiesta, mariachi, platillos típicos, peleas de gallo...Tequila nos recuerda un mundo particular, un mundo que fue surgiendo a partir de una imaginación compartida. Un paisaje agreste del campo con hombres a caballo, recios acostumbrados a las rudas faenas. La charrería fue una expresión de esta realidad imaginaria y el cine su mejor vocero. El tequila responde perfectamente a este ámbito de un México nostálgico retratado por el cine mexicano. De un México que, como dice Alfonso Alfaro, no es del extremo de arriba, el hacendado criollo, o el del extremo de abajo, el del indígena, sino uno de en medio: el ranchero, que tuvo una configuración especial en Jalisco y que pudo ser común al estrato medio de muchos estados de la República. El tequila es un producto jalisciense que forma parte de nuestra identidad nacional. Mirando a través de la transparencia de este líquido, están su historia y su proceso de fabricación. El tequila es la confluencia del agave azul tequilana Weber y los alambiques traídos por los españoles después de la Conquista. Como nuestra nación, el tequila es mestizo. El nacimiento de esta bebida se dio en una zona que abarca desde Arenal hasta Magdalena. Una sombra poderosa, la del Cerro de Tequila, cubre esta gran comarca. Sus paisajes de dura belleza hipnotizan a los visitantes de hoy, como lo hicieron en siglos pasados. María Palomar los describe así: "Tierra de relieves inesperados, tan abruptos como excepcionales, el occidente mexicano expresa una vocación de soledades llanas marcadas por fortísimos contrastes. Fiel así mismo, ese paisaje quebrado es insondable y voraz en sus profundidades, enhiesto e irreductible en sus alturas únicas, así en su tierra como en su gente. El paisaje de Tequila deja huella, pero no se revela nunca por completo, y menos a los ojos de los forasteros que recelan del poder de su aguardiente nutricio y feroz, auténtico genio lugareño". Los mejores terrenos para cultivar el agave azul, son los resecos o donde predominan la arcilla y la siliza. Las diversas clases de este agave han sido bautizadas como chino azul, bermejo, sigüín, moraneño, chato, mano larga, zopilote y pie de mula.

Continuará.........

FUENTE: "Jalisco Tierra del Tequila". José Cuervo y Compañía y Artes de México y del Mundo, 1995. (El artículo completo se encuentra disponible para su consulta directamente en nuestro Centro de Información, en Francisco Sosa No. 230 en Coyoacán, D.F.)