Saber del mundo

Última actualización [18/05/2011]



Vino del campo, de México


En este país el vino es percibido como un producto "esnob", que pertenece a la mesa del restaurante de abolengo y no a la mesa de casa.

 

En México como en la mayoría de los países en los que la producción de vino es una tradición importada -denominados del nuevo mundo- es fácil encontrar que el vino es percibido como un producto "esnob", que pertenece a la mesa del restaurante de abolengo y no a la mesa de casa. Tal vez por tradición, o por economía. El caso es que aquí el vino tiene todavía un largo camino por recorrer hasta ser un habitante -y no un invitado- en la comida de todos los días. Si hablamos del vino mexicano, el camino además es sinuoso.

 

En nuestro país, como en el resto de las colonias, el vino fue introducido a la par que la religión. Las misiones y haciendas debían contar con viñedos propios para su consumo. Desde ahí, no fue el vino un producto para quien cultivaba la vid sino para el hacendado o sacerdote que ejecutaba un rito tan desconocido para la población indígena como el vino mismo. Así, el consumo habitual del vino se fue "estacionando" en los círculos de poder social, político y económico; catalogándose fácilmente como la bebida de los españoles y franceses, la bebida del opresor.

 

Mientras tanto, la Independencia, Revolución e industrialización del país le pusieron el camino fácil a bebidas como el tequila, que contrario al vino, se ganó el agrado de la clase trabajadora casi instantáneamente. Era al fin la bebida de México.

 

414 años han pasado desde el establecimiento de la primer vinícola -Casa Madero, en Parras de la Fuente, Coahuila- y hoy por hoy podemos afirmar que el vino mexicano es una bebida con identidad nacional tan válida como la del tequila o el mezcal.

 

Hoy el vino mexicano es producto tanto de grandes empresas con claras intenciones de búsqueda de calidad, como del campesino que ha decidido dejar de venderles uva para producir su propio vino. Es manifiesto sociopolítico de grupos organizados de productores, así como de familias que retoman tradiciones casi perdidas de cultivo y producción en pequeñas escuelas de oficios. Es producto de conclusiones de investigaciones en universidades de Estados Unidos y Burdeos, así como de búsquedas casi artísticas de la perfección a través de la enología.

 

Hoy, el vino que aquí se produce es tan diverso y tan complejo como las personas que lo hacen y tan prometedor, como México mismo. Entiéndase pues este texto como una invitación a conocer la diversidad -antes de juzgar- del vino mexicano.

 

Carlos Valenzuela

 

"El vino es un producto cultural importante, expresa la vitalidad del ser humano, representa un conocimiento que es el fruto de la atención, la paciencia, la industria, la devoción y la laboriosa instrumentación", Carl Jung.

 

Personalidad muy definida

 

-Hugo D'Acosta, enólogo mexicano

 

- ¿Cuáles son los grandes momentos en la historia del vino

 

- El primer momento en la historia del vino mexicano es cuando llega la uva a México y que finalmente empieza a conquistar el territorio por un evento meramente sacramental. El segundo evento importante, yo creo, es cuando la mayoría de las zonas productoras desaparece y entonces Baja California retoma un liderazgo y empieza a haber nuevas propuestas. Yo creo que el tercer gran momento es cuando realmente empieza una formación de empresas de escala humana, familiares, donde hay propuestas mucho más atractivas y más pequeñas de lo que era convencionalmente una industria.

 

- Hoy en día ¿qué puede esperar el consumidor normal de un vino hecho en México? ¿Qué cree usted que caracterice al vino mexicano?

 

- Yo creo que tiene sobre todo honestidad, una personalidad muy definida y una gama muy amplia para el tamaño de sector que es. El sector es relativamente pequeño, sin embargo, la oferta de vinos que existe -en tan poca superficie plantada- es muy amplia.

 

- Sabemos que está involucrado en proyectos de internacionalización del vino mexicano. Desde su punto de vista como productor de vino ¿en qué situación se encuentra México y el vino mexicano ante el panorama internacional?

 

- Está en una etapa meramente de gestación, estamos en una época donde todavía el vino mexicano fuera del país no tiene una presencia, la ventaja es que no hay una imagen ni buena ni mala, está todo por hacer y yo sí creo que poco a poco la gente que está en el sector vinícola mundial empieza a observar que están pasando cosas aquí. Entonces, no es descabellado ver a México formando parte del tema mundial en los próximos cinco o siete años.

 

- Cuenta que las primeras semillas de su interés como viticultor se sembraron a una temprana edad en un curso de fruticultura, posteriormente su formación fue de ingeniero agrónomo y después emparejando todo esto con estudios para Cid enólogo en Francia e Italia. ¿Cuál considera que es la formación ideal para quien desea convertirse en un destacado enólogo mexicano?

 

- Yo creo que depende mucho del momento que le toque a cada uno; yo, viéndolo en retrospectiva, definitivamente al tener una visión más agrícola que bioquímica fue mucho más atractivo; sin embargo, los tiempos van cambiando, lo que tiene que hacer una persona que se dedica a esto, y seguramente a muchas otras actividades, es tener una formación muy completa, muy abierta, un poco plural. Podría decir que las matemáticas podrían ser el elemento más atractivo para entender un ejercicio de gimnasia geométrica.

 

- ¿Quién es Hugo D'Acosta según Hugo D'Acosta?

 

- Hugo D'Acosta es hijo de una familia de ocho,  yo soy el número seis, que ha tenido una vida muy afortunada y que a través de lo que se dedica puede transmitir y compartir con otra gente cosas muy agradables, no solamente el vino sino la manera de vivir y de pensar.

 

- ¿Qué persona, viva o muerta, es su inspiración?

 

- Pues hay muchas, una que es muy simbólica es Gandhi.

 

- ¿Qué valor guía su vida?

- Tratar de lograr la justicia, pero más que hablar de justicia, estar en un equilibrio donde sienta uno que nunca ha machucado a nadie.

 

- ¿Qué es imprescindible para el éxito?

- No sé, yo creo que hay una gran discusión entre el trabajo y la suerte y yo creo que existen las dos. Sí hay momentos coyunturales definitivamente, como dicen, cuando la inspiración llega hay que estar ahí, pero tiene un gran grado de suerte y quizás de futuro escrito.

 

- ¿Qué adjetivo le daría hoy a la humanidad?

- Injusta.

- ¿Qué es más peligroso: la ignorancia o la indiferencia?

- Pues seguramente la indiferencia.

 

- Complete la frase: El mundo sería mejor si...

- Si realmente fuera un mundo humano.

 

- ¿Qué desea, desesperadamente, que entienda la juventud?

- Que son dueños de ello, de su juventud, y que nunca le hagan caso al "cuando llegues a mi edad" sino que vivan su juventud justamente en juventud.

 

- ¿Qué ha tenido que sacrificar para lograr sus sueños?

- Realmente, muchos de los sueños son cosas que te encuentras, yo no creo tanto en los sueños preestablecidos sino más bien en un poco de inconsciencia, un poco de suerte, un poco de trabajo que te va llevando a descubrir cosas que te gustan y eso que te gusta pues a lo mejor era un sueño, pero no es realmente una cuestión preparada.

 

- ¿Qué debate y entre quiénes le gustaría presenciar?

- En personajes, no se me ocurre ahorita alguno en particular, lo que sí me gustaría es ver a los jóvenes, después de una motivación enológica sin antecedente, que trataran de defender o destruir lo que está pasando con el vino.

 

- ¿Cuál es el mejor consejo que le han dado y que puede dar?

- Que hay que ser justos.

 

Asociación de ideas

 

  • Voluntad: fuerza.
  • Valentía: debilidad.
  • Lealtad: seguridad.
  • Liderazgo: compromiso.
  • Juventud: añoranza.
  • Debate: intercambio.
  • Compromiso: difícil afirmar.

 

- Mensaje a los jóvenes de Mar Adentro:

 

- Que lleven hasta las últimas consecuencias esta forma de generar una gimnasia y un aprendizaje nuevo, que se olviden de cualquier preconcepción y que entiendan que la vida se puede ver diferente si tiene uno la capacidad de cambiar de óptica. Entiendo que por los debates deben prepararse para defender o destruir una idea y yo creo que justamente lo que deberíamos buscar es tener esa posibilidad de ver en perspectiva y en contexto cada una de las cosas que se tope uno en frente.

 

VOLUNTADES

 

El eco de una cultura

 

-Vitivinícola Tres Valles.

 

El vino es símbolo de la cultura de una nación, por tanto, conocer la producción vinícola de casas mexicanas representa un importante elemento de identidad nacional. Tres Valles es un excelente vino mexicano cuyo exquisito sabor no sólo deleita el paladar sino que además nos transporta hacia los orígenes culturales de Baja California, México.

 

Vitivinícola Tres Valles tuvo sus inicios en 1999 cuando un grupo de amigos coincidieron en el deseo de elaborar y aprender acerca del vino. En un inicio, el objetivo de producir vino era compartirlo con la familia y amigos; sin embargo, tras el éxito de su primera cosecha decidieron formalizar el proyecto y lanzar sus vinos al mercado. Actualmente la empresa está dirigida por Joaquín Prieto y su socio Octavio Valle.

 

Tres Valles se ubica en el poblado de San Antonio de las Minas, Baja California. Su nombre hace referencia a los valles de San Antonio, Guadalupe y San Vicente Ferrer, los cuales proveen las uvas que se utilizan en la elaboración de los mismos. Los orígenes del Estado de Baja California sirven como inspiración para la marca no sólo al hacer referencia a la geografía del mismo a través de su nombre sino que además, su línea de vinos recuerda a los primeros pobladores indígenas de dicho estado. Sus productos más reconocidos son Jala, Maat, Kuwal y Kojaa. Todos estos nombres están en el dialecto kiliwa: Jala quiere decir Dios Creador, Maat se traduce como tierra, Kuwal significa tinto y, finalmente, Kojaa hace referencia al vino.

 

Vitivinícola Tres Valles honra, valora y promueve la tradición histórica y cultural de su tierra. La emblemática casa de vinos mexicana también respeta el suelo, el agua y el clima de su entorno natural.

 

Cada vino elaborado por Tres Valles tiene una personalidad distinta. Sus colores rubí y rojo granate, sus aromas a frutas rojas, vainilla y especias combinadas con tonos de madera tostada, sus taninos aterciopelados y su suavidad al paladar logran que tomar se convierta en una experiencia deliciosa que no sólo engrandezca el deleite al gusto sino que también enaltezca nuestra cultura como mexicanos.

 

FUENTE:      El Informador

http://www.informador.com.mx/jalisco/2011/292407/6/vino-del-campo-de-mexico.htm