En muchos países existen bebidas que no se incluyen en las categorías comunes de cerveza, vino y destilados. Estas bebidas se producen de manera artesanal y tradicional y su consumo está restringido a determinadas regiones o pueblos. Se  producen por medio de la fermentación de semillas, granos, frutas y vegetales, en procesos sencillos y rudimentarios. 

Aún con la falta de informaciones sobre precios, se cree que estas bebidas son más baratas que aquellas producidas industrialmente. Por este motivo, son los segmentos más pobres de la sociedad los que más consumen estos productos, con excepción de los casos de algunas bebidas importantes culturalmente que pueden tener un valor ceremonial. 

Un ejemplo de este uso tradicional de bebidas ocurre en Venezuela, donde las poblaciones indígenas consumen un licor a base de maíz. En diversas oportunidades durante el año, principalmente en el período de la cosecha del maíz, ocurren festivales en los cuales la población adulta de villanos consume esta bebida.  

En estas formas tradicionales de producción de alcohol generalmente no hay mucho  control sobre la pureza y calidad del producto. Por este motivo son comunes los casos de intoxicación y problemas de salud debido a la ingestión de bebidas adulteradas.

Hay casos extremos de muerte como el ocurrido en Kenia en el año 2000. En este incidente, 140 personas murieron y muchas otras se quedaron ciegas después de tomar una bebida adulterada con metanol.

Estos datos sugieren que la sustitución de estas bebidas caseras por las producidas industrialmente ofrece beneficios con respecto a la pureza del producto. Sin embargo, estos beneficios aún deben comprobarse empíricamente.

FUENTE:      Cisa.org.mx

http://www.cisa.org.br/categoria.html?FhIdTexto=fc095d7a0f983b480381c96a22098d11