Los países de la Unión Europea (UE) están discutiendo -en un comité de expertos- sobre una nueva normativa para regular más la producción de vino ecológico, que ha despertado las reticencias de muchos países y de las bodegas, informaron fuentes comunitarias. El Comité Permanente sobre Agricultura Ecológica -formado por expertos de los Veintisiete- ha hablado sobre una propuesta comunitaria que afectará a las técnicas para la obtención de ese tipo de productos. El objetivo es incorporar los vinos de uvas ecológicas a las prácticas que exige la UE para los alimentos procedentes de ese tipo de cultivos agrícolas (con apenas productos químicos) y establecer unas reglas para diferenciarlos de los normales.

Los representantes de la UE ya habían examinado un proyecto de la dirección de Agricultura de la Comisión Europea (CE), en esa línea, pero suscitó el rechazo de muchos países, en los últimos meses. Por ello, Francia ha presentado el 18 de mayo una "propuesta alternativa" más flexible, según explicaron a Efe fuentes diplomáticas.

En la propuesta de la CE hay, entre otras medidas, limitaciones al uso de ciertas sustancias o reglas para diferenciar más los vinos obtenidos de uvas ecológicas. Por ejemplo, el proyecto de la CE establecía una reducción de sulfitos en la elaboración de ese tipo de vinos, mientras que el que ha presentado hoy Francia plantea una rebaja inferior.

El texto francés será examinado en los próximos días por la CE y discutido en una reunión del citado Comité, que se celebrará la primera semana de junio.

El Comité de Empresas Europeas del Vino (CEEV), que agrupa a las bodegas europeas, ha expresado al comisario europeo del ramo, Dacian Ciolos, su preocupación por las ideas de Bruselas para regular el vino ecológico. Entre las críticas de la CEEV destacan ciertas pautas "discriminatorias" entre los países, en casos como el de los sulfitos, pues es un elemento que puede variar según la cosecha y el clima. Además, esta organización ha criticado aspectos contradictorios, como que se restrinjan los sulfitos y a la vez haya propuestas para evitar métodos enológicos que precisamente reducen la utilización de esas sustancias.

Para las bodegas europeas, las restricciones nuevas al vino ecológico están "hipotecando las inversiones de 20 años" y frenando el crecimiento de un sector pequeño pero en expansión, dado que entre los consumidores cada vez hay más demanda de esa clase de productos.

La CEEV reclama que haya la mayor equivalencia posible entre las prácticas enológicas para vinos ecológicos y para los convencionales.

FUENTE:      El mundo vino

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