MEXICO

Ollas, vasijas y hornos, con restos de maguey, fueron hallados en México durante las últimas décadas. Con estos descubrimientos arqueológicos se  reveló a la vez una historia muy diferente a la narrada desde la Conquista. El mezcal, el denominado elixir de los dioses, se destila en tierras americanas desde épocas prehispánicas.

Sorprendente también resultó el hallazgo de algunas comunidades indígenas que, aunque reducidas, todavía conservan las tradiciones de elaboración de mezcal, tal como lo hicieron sus ancestros muchos siglos atrás.

Pero, al parecer, los colonizadores prohibieron la producción de esta bebida a su llegada. Y durante cuatro siglos se pensó que ellos, los españoles, fueron quienes introdujeron al Nuevo Mundo el proceso de destilación.

La idea se derrumbó hace unos quince años. Los hallazgos recolectados insinuaron que del maguey se elaboró mezcal en México, con técnicas propias, aproximadamente desde el año 400 antes de Cristo.

Por eso un trago de mezcal podría representar valentía, excitación, pureza y naturalidad, pero ante todo, tradición, una legendaria tradición. Cuenta el mito, al menos uno de los más populares, que el origen de la bebida fue producto de un rayo que, al caer sobre un maguey hizo que de una de las cabezas del agave surgiera esta bebida mágica, caída del cielo. De allí, su denominación de elixir celestial.

"Una cultura que compartimos con el mundo"

"Si algo tiene de característico el mezcal (no tradicional) es su proceso de fermentación artesanal, que se hace en barricas o tinas de madera, y de allí se desprenden sus particulares aromas y sabores a madera", afirma Rogelio Pacheco Aquino, experto y promotor de la bebida a través de la Agencia mexicana para la Innovación.

Básicamente, agrega Rogelio,  se pueden encontrar en el mercado tres tipos de mezcales: el joven (blanco de presentación cristalina, recomendado para consumir cuando el paladar se haya educado), el reposado (tiene un toque amarillo dado por su paso en barrica, de por lo menos dos meses) y el añejo (característico por su color amarillo oscuro y un marcado sabor a madera. Su paso por barrica de roble blanco es de mínimo un año).

Algunas recomendaciones para consumirlo adecuadamente: cerciorarse que en la etiqueta se lea 100% agave. Disfrutar de su aroma y sabor. Beber lentamente saboreándolo con calma. Para introducirse al mezcal, se recomienda incluirlo en preparaciones de cocteles con otros sabores que lo maticen. Al entrenar el paladar, se puede pasar a disfrutar de un añejo o de un reposado en un caballito (copa tequilera). El más importante consejo: tomar responsablemente, pues esta bebida tiene una alta graduación alcohólica.

Desde hace algún tiempo, empresarios y agremiaciones mexicanas han impulsado la exportación de este emblemático producto. "Es importante reconocer el esfuerzo y la tradición de un pueblo que comparte con orgullo un buen destilado. No es un alcohol común, sino un concepto de cultura que compartimos con el mundo", agrega Pacheco Aquino.

FUENTE:      Revista Saber Beber

http://www.revistasaberbeber.com/index.php?option=com_content&view=article&id=177:el-ancestral-destilado-de-la-penca-de-maguey&catid=29:bebidas&Itemid=65