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Última actualización [02/03/2010]



Qué nos dice la etiqueta del vino que tomamos


Si bien lo que importa es el contenido, tanto los envases como las etiquetas se han transformado con el tiempo en elementos importantes y una forma de diferenciación de cada producto.

 

Hay marcas que pueden ser las mismas de hace décadas, pero es evidente que su imagen ha cambiado. Las etiquetas se han convertido en una forma de atraer la atención de un consumidor acosado por una cantidad cada vez mayor de productos. Muchos -aunque no quieran admitirlo- antes de conoce un vino lo han elegido por su etiqueta, por lo que ella les ha podido transmitir.

 

Cada etiqueta y contra etiqueta esconde en su diseño gran cantidad de información, la cual puede ser de gran utilidad a la hora de elegir un vino o tener un primer acercamiento a él.  En Chile, el tema ha tomado importancia sobre todo en los últimos años, estableciéndose normas legales de lo que se debe y puede poner en una etiqueta de vino y que están detalladas en la Ley 18.455 y el decreto Nº 464 que fue modificado por última vez a fines del año 1994.

 

Lo primero que se establece como obligatorio de incluir en una etiqueta es: el nombre y dirección del envasador, nombre o naturaleza del producto en forma específica y no sólo genérica, la graduación alcohólica en grado Gay Lussac (que en el caso de los vinos no puede ser inferior a 11,5º) y el volumen del envase en unidades del sistema métrico decimal.

 

Estos datos deberán, en el caso de los vinos que se comercialicen en Chile, estar en español, salvo el nombre de fantasía del producto. Estas etiquetas deben estar impresas sin correcciones y señalar el país de origen del producto contenido en el envase.

 

De las etiquetas también podemos rescatar información más específica acerca del vino que estamos comprando, y esta tiene relación con la o las variedades a partir de la cual se elaboró el vino, el lugar de donde provienen esas uvas y el año en que fueron cosechadas. Sin embargo, para poder incluir estos datos en la etiqueta hay que cumplir ciertos requisitos.

 

Cepas o variedades: Para que un vino pueda ser rotulado como de una variedad determinada, Merlot por ejemplo, debe contener al menos el 75% de esa cepa en la mezcla final del vino, sin necesidad de establecer a que corresponde el 25% restante.

 

En el caso de las mezclas o ensamblajes, se pueden indicar hasta tres variedades en la etiqueta, en orden decreciente de importancia, de izquierda a derecha, cuando la totalidad del vino provenga de las cepas mencionadas y siempre que el cepaje minoritario no intervenga en la mezcla en una porción menor al 15%.

 

En el caso de nuestro país, las variedades de uva de las cuales puede proceder el vino, y por lo tanto, señalarse en las etiquetas están determinados por ley y sólo pueden ser reemplazados por sus respectivos sinónimos aceptados internacionalmente.

 

Año de cosecha: Para el año de cosecha es básicamente lo mismo que con las variedades. Los vinos provenientes del año señalado en la etiqueta no pueden intervenir en la mezcla en un porcentaje menor al 75%.

Denominación de origen: La región, valle o área en la que se produce un vino -denominación de origen- ha cobrado importancia, en la medida que ese lugar ha logrado buenos resultados en la producción de una cepa determinada o prestigio en el mercado. Las etiquetas podrán señalar ese lugar de acuerdo a la zonificación vitivinícola establecida por ley y siempre que cumpla las normas para su utilización.

 

La denominación de origen (D.O.) podrá utilizarse en las etiquetas siempre que el 75% del vino se haya producido con uvas provenientes del lugar geográfico indicado. El 25% restante puede haber sido producido por terceros siempre que el Servicio Agrícola y Ganadero (S.A.G.) haya certificado su procedencia geográfica, cepaje y año de cosecha o provenir de otros lugares y variedades distintas siempre que estén aceptadas como cepas para producción de vino (no puede ser uva de mesa).

 

Embotellado en Origen: La expresión Embotellado en Origen o sus sinónimos en idioma extranjero (Estate Bottled), se incluyen en las etiquetas de aquellos vinos con denominación de origen en los que además la planta envasadora y los viñedos de que procede la uva se encuentran en tierras de propiedad o bajo la tenencia de la viña productora, y están ubicados en el área geográfica comprendida en la denominación de origen. En el caso de estos productos la vinificación, envasado y guarda del vino, se debe haber efectuado en un proceso continuo por la viña y en su establecimiento.

 

Menciones de calidad: Los vinos con denominación de origen podrán incluir las siguientes menciones calidad si cumplen con los requisitos establecidos para ello.

 

Superior: si es que el vino cumple con características organolépticas distintivas y propias

 

Reserva: para vinos que tienen una graduación alcohólica al menos 0,5 grados superior al mínimo legal (11,5º), constituyendo un producto de características organolépticas distintivas y propias, que puede o no haber sido tratado con madera.

 

Reserva Especial: para vinos que tienen una graduación alcohólica al menos 0,5 grados superior al mínimo legal (11,5º), constituyendo un producto de características organolépticas distintivas y propias, que ha sido objeto de tratamiento con madera.

Reserva Privada: mención reservada para vinos que tienen una graduación alcohólica de al menos 1 grado superior al mínimo legal, constituyendo un producto de características organolépticas distintivas y propias, que puede o no haber sido tratado con madera.

 

Gran Reserva: mención reservada para vinos que tienen una graduación alcohólica de al menos 1 grado superior al mínimo legal, constituyendo un producto de características organolépticas distintivas y propias y que han sido objeto de tratamiento con madera.

 

Si es que no se ha utilizado ninguna de las menciones de calidad señaladas anteriormente, las etiquetas podrán utilizar otros indicadores de calidad tales como clásico si al menos un 85% de la mezcla total de vino está compuesto por las variedades tradicionales; noble para aquellos vinos que tengan una graduación alcohólica de no menos de 16º y que se hayan obtenido de uvas afectadas por pudrición noble; y gran cru que debe usarse junto con la denominación de origen, tratándose de un vino de buena calidad.

 

Todas las etiquetas podrán incluir expresiones que correspondan a marcas debidamente registradas, siempre que no creen confusión respecto de la denominación de origen, de las variedades de vid, del año de cosecha ni de alguna de las menciones de calidad antes mencionadas.

 

Como podemos ver, no es llegar y etiquetar. Si quiere saber un poco más del vino antes de comprar, no deje de leer lo que está en sus etiquetas, así estará un poco más informado acerca de lo que está comprando.

 

FUENTE:
Restaurantes de México/Vinos y Bebidas

http://www.restaurantesdemexico.com.mx/447/Vinos_y_Bebidas_Que_Nos_Dice_La_Etiqueta_Del_Vino_Que_Tomamos.html#