El botellón se resiste a desaparecer en Málaga y atrae cada vez a gente más joven
Autor/-a: Ana Torres 3 de Abril de 2003
El "botellón" se resiste a desaparecer en Málaga y atrae cada vez a gente más joven
Fuente: www.diariosur.es
No ha tirado la toalla, pero la tienen en la mano y amenaza con lanzarla a la lona. El Ayuntamiento de Málaga mantiene el Servicio de Atención a la Movida (SAM) con el objetivo de reducir los riesgos asociados al abuso del alcohol y otras sustancias, aunque no cuenta con medidas eficaces encaminadas a dar el cerrojazo definitivo al "botellón".
Pese a las campañas de prevención, información y concienciación llevadas a cabo desde 2000 por el SAM, y aunque se mantienen las actividades lúdicas gratuitas de "Alterna en la noche", el número de jóvenes que bebe en la calle cada fin de semana no se ha reducido. Lo admite la presidenta de la Asociación Cívica para la Prevención (ACP), que ha realizado un estudio de aproximación a los hábitos y a las líneas de prevención de la movida malagueña junto con el Área de Juventud y el de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga. De este análisis, además, se desprende que la edad de iniciación baja hasta los 16 años. Un dato que contrasta con una encuesta del Instituto de la Juventud, que indica que el 45 por ciento de los jóvenes de entre 25 y 29 años no realiza salidas nocturnas los fines de semana o lo hace con poca frecuencia.
Copas por las nubes
«Las copas son muy caras en los bares, y los adolescentes contamos con pocos recursos económicos, por eso bebemos en la calle». Estas palabras de Juan Francisco Rubiales, estudiante de Filosofía, se convierten en una de las principales protestas de los jóvenes al Servicio de Atención a la Movida. Una queja que se podría oír de boca del 73,9 por ciento de los jóvenes que sale por la noche, porcentaje que se declara a favor del "botellón", según datos del estudio de ACP.
El concejal de Juventud, Javier Berlanga, reconoce que el alto coste de las bebidas es el principal motivo que lleva a los jóvenes a beber en la calle. En febrero de 2002, el presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga, Rafael Prados, se comprometió con el alcalde de la ciudad a proponer a la asociación la reducción los precios de las copas para favorecer que los jóvenes puedan estar dentro de los bares.
Pero los dueños de los locales no parecen haber aceptado la iniciativa, que se perfila como una de las pocas formas de poner fin al "botellón", tras el escaso éxito de la prohibición de comprar bebidas alcohólicas después de las 22.00 horas y la impotencia de los mercadillos y las actividades de ocio que temporalmente han organizado en la Plaza de la Merced para mitigar los efectos de la movida.
El Servicio de Atención a la Movida (línea 900, unidades informativas, punto de información, reparto de sangría sin alcohol y chocolate, campañas informativas, foto-botella...) seguirá en marcha con la intención de reducir el impacto del "botellón" y ponerlo contra las cuerdas, a la espera de que esta moda, convertida ya en movimiento social, decida su propio final.
Artículo tomado de www.ieanet.com/index.html?nre=1691
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