PANAMA

Dice Maguelonne Toussaint-Samat en su Historia Natural y Moral de los alimentos que los egipcios decían que su principal dios, que era Osiris y que a su vez, lo era de los cultivos, coció en una ocasión cebada germinada, usando el agua del río Nilo, que era considerada como sagrada. Con lo ocupado que siempre debía estar aquel personaje tan importante, dejó todo aquello expuesto al sol, lo que hizo que todo aquello fermentara. Resolvió entonces bebérsela, lo cual le produjo un enorme placer no sólo por su sabor sino por los efectos anímicos posteriores. He aquí pues de acuerdo con aquel pueblo tan antiguo y sobresaliente el origen de lo que hoy conocemos como la cerveza. Pero no es la única mención que existe acerca de los posibles orígenes de la cerveza.

Los sumerios, otro pueblo también muy antiguo y que fueron de los primeros en escribir lo que es conocido como escritura cuneiforme, también se referirían a esta bebida porque Outa Napisthuir (primer ser que describió un diluvio) les ofreció vino y también cerveza a los trabajadores que participaron en la construcción de un arca que sirvió para salvar a su pueblo de un torrencial aguacero (lo mismo que Noé, pero muchos años después). Los babilonios también fabricaron cervezas. Algunas tribus de África o de indios del Amazonas mastican ciertos granos para obtener levadura que les sirve para elaborar una bebida un tanto similar a la que hoy nos ocupa. Entre nosotros hubo un tiempo en que la propaganda (hoy publicidad, como si no fueran lo mismo) nos bombardeaba con aquello de pan líquido panameño.

El uso de la cerveza, se fue generalizando después. Desde el siglo XIII, se ha venido usando el lúpulo, otra planta, para aromatizarla. En dicha fabricación, se utiliza también la malta. Hoy la Unión Soviética, Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Japón, Francia, Canadá y Checoslovaquia son de sus más grandes productores. No obstante, en todas partes la cerveza se toma en verdaderas cantidades industriales. Ahora trataremos de hablarles así sea solamente de la historia de las cervecerías panameñas, establecidas después de que nuestros indios también masticaran plantas para obtener ciertos resultados en sus bebidas y con el fin de fermentarlas (la chicha por supuesto). No sin antes recordar que el consumo de esta bebida a la cual venimos refiriéndonos es sumamente alto en nuestro medio y esto no es tan sólo de ahora. Cuando existía el territorio llamado Zona del Canal era también enorme la cantidad de cerveza que zoneítas y panameños allí libaban. A su vez, era enorme el contrabando que también de ese producto hasta acá nos llegaba. Cervezas escandinavas, germanas, norteamericanas por ninguna parte escaseaban. Hoy la situación ha cambiado.

El contrabando pensamos que se acabó, ya que el que pueda adquirir su pan líquido, legalmente, sólo basta con dirigirse a un comercio dedicado a ello. Recordemos que aún cuando de bajo porcentaje, no deja de ser una bebida a base de alcohol. Su uso deberá ser moderadamente administrado.